Dios salva
“AQUEL
SOBRE QUIEN VEAS BAJAR EL ESPÍRITU
Y POSARSE SOBRE ÉL,
ÉSE ES EL QUE
BAUTIZA CON ESPÍRITU SANTO” (Jn 1,33).
«Yo no lo conocía».
Lo
repite. Saber descubrir a Dios en el otro supone ver con los ojos del corazón.
Reconocer la grandeza del otro no me empequeñece.
Me permite aprender y
enriquecerme.
Mi seguridad se sustenta en Dios.
El encuentro con los hermanos
siempre me aporta riqueza y me une más a Dios.
• Señor, que sepa descubrirte en cada acontecimiento y en cada
persona.
Las personas que viven a nuestro alrededor
merecen toda la atención. Jesús, cuando se encontraba con las personas, se
acercaba a conversar, detenía su mirada en ellas, miraba con amor.
La familia
es una escuela en la que aprendemos a mirar a los demás como Jesús mira.
Muchas
crisis comienzan cuando dejamos de mirarnos.
“Es una honda experiencia espiritual
contemplar a cada ser querido con los ojos de Dios y reconocer a Cristo en él.
Esto reclama una disponibilidad gratuita que permita valorar su dignidad”(AL
323).
Oración al Santo Nombre de Jesús
Jesús, Cordero de Dios que quitas el pecado
del mundo, tanto amas a la humanidad que no sólo te rebajas a hacerte hombre,
sino que eres el manso cordero que cargas con los pecados de todos nosotros.
El nombre de Jesús nos recuerda todas las bendiciones que recibimos del Redentor.
Al nombre de Jesús toda rodilla se doble (Flp 2,10)
¡Gracias por el don de tu humildad, tu
misericordia y tu perdón!
Quiero que mi vida de cada día esté limpia de
pecado, nunca indigna de un discípulo tuyo.
Te pido que toda mi existencia transcurra
siempre en tu compañía, y las últimas palabras sean repetir tu santísimo
Nombre, JESÚS, el Nombre sobre todo nombre.
Por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor.
Amén
En esta fiesta del Santísimo Nombre de Jesús,
pidámosle que nos transforme y que seamos verdaderas imágenes de Jesús,
portadores de su amor.
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