Imagen del Padre
"Si me
conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre"
(Jn 14, 6-14)
A veces nos pasamos toda una vida con las mismas
personas, y no las conocemos.
Lo mismo con Dios.
El Señor resucitado nos entrega su Espíritu, para que
seamos imagen de su amor en el mundo, como Él es imagen del Padre.
"Yo soy el camino,
y la verdad,
y la vida.
Nadie va
al Padre,
sino por mí".
Todo camino lleva a un destino.
La verdad al sentido.
La vida a una meta.
En Jesucristo encontramos nuestro destino, nuestro
sentido y nuestra meta.
Tú, Señor, eres el Camino que recorre mi ser, la Verdad
que quita todas las máscaras.
Tú, la Vida dada en abundancia.
Cuando andamos perdidos, Tú eres el camino.
Cuando se extiende la mentira, Tú eres la verdad.
Cuando matamos la vida, Tú sigues siendo la vida
Señor, Tú eres el camino que conduce hacia el Padre, a
la salvación. En las encrucijadas de la
vida, cuando no sabemos por donde avanzar y tenemos la tentación de tomar los
caminos más fáciles y cómodos, recuérdanos, Jesús, que Tú eres el camino más
seguro que desemboca en la felicidad más plena y duradera.
Señor, Tú eres la verdad, la verdad sobre Dios, el
hombre, la vida y el mundo. Tú nos has
revelado que Dios es Padre, que Dios tiene corazón de madre, que el oficio de
Dios es amar y perdonar. Tú nos has
enseñado que todas las personas estamos llamadas a vivir como hijas de Dios y
como hermanas. Tú nos has mostrado que el mundo es un gran campo que necesita
brazos dispuestos a transformarlo en una casa abierta a todos. Ayúdanos a vivir
de acuerdo con tu Verdad.
Jesús, Tú eres la Vida. Y has puesto en cada persona el deseo
ardiente de vivir en plenitud. Solamente
Tú, Cristo, puedes colmar el deseo de amor del corazón humano.
Nadie como Tú da el valor y la alegría de vivir. Agradezco y acojo, Señor, el torrente de vida
que me ofreces gratuitamente.
Comentarios
Publicar un comentario