« No anteponer nada al amor de Cristo»
La respuesta a su llamada no se trata sólo de hacer cosas para ganarnos la confianza o subir de puestos, como pasa en las empresas, la respuesta es saber que Él es lo único y toda nuestra vida se enriquece.
Aprender a soltar es una de las primeras cosas que nos enseña Cristo. El ser posesivos con los demás, con las cosas, con nuestra propia vida, nos hace ricos. Y ya sabemos lo difícil que le es a un rico entrar en el Reino. Soltar es dejar espacio para que los demás sean. Dejar libres a los demás para que tomen sus propias decisiones, sin retener, liberándonos del miedo a perder, es fuente de un gran amor y de una gran libertad.
El seguimiento de Jesús es una aventura cargada de sorpresas y alegrías; no faltan tampoco sinsabores y cruces. No podemos estar calculando siempre las renuncias. Acojamos la Palabra del Señor: según Él, recibirá cien veces más y la vida eterna. Como para no estar entusiasmados.
Dejarlo todo para poder seguirte. Sin apegos ni posesiones. Sin ambición ni egoísmo. Con el corazón desbordado por la Llamada y lanzado a la misión.
San Benito hizo vida este Evangelio. « No anteponer nada al amor de Cristo» (San Benito) Lo dejó todo para seguir a Jesús. Hoy rezamos por la familia benedictina, pedimos por Europa, para que fortalezca sus raíces cristianas.
Vivo sin vivir en mí [fragmento]
Vivo sin vivir en
mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.
Vivo ya fuera de mí,
después que muero de amor;
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí:
cuando el corazón le di
puso en él este letrero,
que muero porque no muero.
Vida, ¿qué puedo yo darle
a mi Dios que vive en mí,
si no es el perderte a ti,
para merecer ganarle?
Quiero muriendo alcanzarle,
pues tanto a mi Amado quiero,
que muero porque no muero.
(Santa Teresa de Jesús)
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