Salid a su encuentro



“¡Que llega el esposo, 
salir a recibirlo!” 
(Mt 25,6)  


El Señor siempre llega.
Cumple su promesa.
Nosotros nos cansamos de esperarle.
Aun así, Él viene, viene, viene siempre.
¿Cómo recibes a Jesús?
¿Con rutina o con alegría?
¿Cómo recibes a los que viven contigo?
¿Con gozo o con indiferencia?  

Entra en mi casa, Señor.
Entra en mi corazón.
Que lo mío sea tuyo y lo tuyo mío.
Gracias.
Amén.



DIEZ DONCELLAS
Diez doncellas.
Cinco necias y cinco sensatas.
Diez doncellas.
Cinco torpes y cinco espabiladas.
Diez doncellas.
Cinco distraídas y cinco preparadas.
Diez doncellas.
Pues así nuestro corazón.



A primera vista parece que las vírgenes sensatas son egoístas, pero con su actitud nos están enseñando algo importante: hay cosas que nadie puede hacer por nosotros.
Nadie puede tener fe por nosotros, nadie puede amar por nosotros, nadie puede rezar por nosotros, nadie puede esperar al Señor por nosotros...


Despierta el corazón.
Afina la sensibilidad.
Agudiza el oído.
Toma conciencia.
Aviva el fuego del Espíritu en ti.
No dejes que se apague su luz.
Permanece atento a su llamada, siempre en vela.

¡Vigilantes porque la fe, la gracia!
No es un golpe de suerte sino don, regalo.
Así que: ¿prudentes, responsables, precavidos, confiados, sensatos? o ¿imprudentes, irresponsables, despreocupados, desconfiados, insensatos?

Vivamos cada día de manera responsable nuestra vida de hijos de Dios.
Vida de fe, esperanza y caridad.

Señor, hazme diligente en la fe,
Cura y pereza y hazme entender que…
nadie puede velar en lugar de mí,
nadie puede amar en lugar de mí,
nadie puede rezar en lugar de mí,
nadie puede aprender en lugar de mí,
nadie puede caminar en lugar de mí
nadie puede sufrir y gozar, en lugar de mí
nadie puede vivir en lugar de mí.
La existencia no admite representaciones

Despiértanos del sueño de una vida superficial,
Que cada día llenemos nuestras lámparas
en la oración, en los sacramentos, en la comunidad cristiana...
para que podamos descubrir tu presencia entre nosotros,
llevemos encendidas las lámparas del amor y la esperanza
y con todos los hermanos disfrutemos de tu cercanía. Amén.


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