La semilla de la fe




“Señor, ten compasión de mi hijo” 
(Mt 17, 14).  

Un hombre necesitado se acerca a Jesús con una actitud de fe: le llama Señor y se postra ante él.
Jesús recrimina a sus discípulos la falta de fe-confianza en su Amor.  
La fe escondida en lo pequeño y en los pequeños es más fecunda que estar previendo catástrofes.
Pide tú también la pequeña semilla de la fe, a Dios Padre, para el que nada es imposible.  

Señor en ti confío.
Te alabo y te bendigo por tu gran bondad. 

Hoy celebramos a Santa Clara De Asís. Con San Francisco de Asís hizo vida las bienaventuranzas:
Dichosos los pobres porque vuestro es el reino de Dios.

 «Vive siempre alegre en el Señor y no dejes que tiniebla alguna envuelva tu corazón».

Es el amor el que nos mantiene.
Es el amor el que nos da fuerzas para seguir adelante en las dificultades.
Confía en el poder del amor.
Confía en Dios, que es amor.

Danos, Señor, un corazón humilde, abierto a ti.
Un corazón de pobre que te tenga a ti como su única riqueza, que sólo en ti haya depositado su confianza.
Aumenta nuestra fe.

Gente sin fe
Así es, Señor.
Nuestra fe es pequeña, débil y quebradiza.
Queremos creer más pero se le olvida al corazón que la fe es un don, un regalo que tú nos das. Nuestra fe es pequeña, débil y quebradiza.
Auméntanos la fe, Señor.

Cada día descubro más la grandeza de Cristo.
Es el primero en cambiar el sentido de la grandeza del hombre.
Hasta Él, y después, la grandeza se ha fundamentado en el dominio.
Él la liga con la humildad, y abre la puerta a una auténtica transformación.
¿Estamos dispuestos?

Jesús propone lo imposible, y lo liga a la fe, a la confianza y a la humildad en lo pequeño. Préstale atención.

Padre Celestial, mi vida está en tus manos.
Ayer hoy y por siempre, estoy seguro y confiado en ti.
Señor, ayúdame a saber que tú tienes todo el control.
Ayúdame a creer que tú estás trabajando en mi vida ahora mismo,
aunque yo no lo pueda ver.
Ayúdame a confiar en lo que no puedo ver,
aun cuando lo único que veo es doloroso y está todo tan nublado.

Ayúdame a saber que tú tomas control de todas mis necesidades.
Señor, gracias por escuchar mi clamor por ayuda.
Gracias por amarme tanto.
Ayúdame a creer en todas las promesas que me has dado.
Perdóname cuando dudo de ti y de tu amor.
Yo creo en ti Señor. Perdóname cuando a veces pierdo la fe.

Aumenta en mi la fe en ti.

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