Escuchar a los profetas





“Sólo en su tierra 
desprecian a un profeta” 
(Mt 13,57).

En su tierra y en su casa no lo entienden. 
Le duele a Jesús tener que decir esto.
En nuestra tierra se sigue despreciando al que dice la verdad y no habla con falsedad.   
Tú sabes que en Jesús encuentras respuesta a las expectativas más íntimas de tu corazón.
Pero tienes que saber que puedes ser despreciado.

Tan cerca estás, que no te reconozco.
Tan como yo, que no te reconozco.
Tan de los nuestros, que no te reconozco.
Definitivamente necesito gafas de cerca, porque no te reconozco.

Que ninguna dificultad frene mi amor a ti, Jesús,
Quiero testimoniar tu amor con valentía.
¡Dame la fuerza de tu Espíritu! 

 Danos un Espíritu fuerte para ser fieles,
 para ser testigos del Evangelio en nuestros ambientes,
 aunque no se entienda, aunque nos critiquen.
 Gracias por las personas que son capaces de dar la vida
  en la misión de anunciar tu Reino y luchar contra el mal

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