“¡Que llega el esposo, salir a recibirlo!” (Mt 25,6) El Señor siempre llega. Cumple su promesa. Nosotros nos cansamos de esperarle. Aun así, Él viene, viene, viene siempre. ¿Cómo recibes a Jesús? ¿Con rutina o con alegría? ¿Cómo recibes a los que viven contigo? ¿Con gozo o con indiferencia? Entra en mi casa, Señor. Entra en mi corazón. Que lo mío sea tuyo y lo tuyo mío. Gracias. Amén. DIEZ DONCELLAS Diez doncellas. Cinco necias y cinco sensatas. Diez doncellas. Cinco torpes y cinco espabiladas. Diez doncellas. Cinco distraídas y cinco preparadas. Diez doncellas. Pues así nuestro corazón. A primera vista parece que las vírgenes sensatas son egoístas, pero con su actitud nos están enseñando algo importante: hay cosas que nadie puede hacer por nosotros. Nadie puede tener fe por nosotros, nadie puede amar por nosotros, nadie puede rezar por nosotros, nadie p...