Necesitamos convertirnos
“Si no os convertís, todos pereceréis” (Lc 13,5).
Jesús aprovecha dos acontecimientos trágicos recientes
para
hacer una llamada general a la conversión.
Ante Dios todos necesitamos
convertirnos a sus caminos. Jesús espera pacientemente tu respuesta
a construir
una humanidad nueva,
donde el fruto de la fraternidad universal
abunde en
nuestros pueblos.
Que el Agua de tu Espíritu Santo
riegue mi huerto
interior y lo fecunde,
para que mis hermanos/as
puedan venir a coger los frutos
que necesitan.
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