Escuchar tu Palabra de vida.
“Sólo una cosa es necesaria” (Lc 10, 42).
Jesús, dejando de lado las normas culturales judías,
se
hospeda en la casa de dos mujeres:
Marta le sirve y María, sentada a sus pies,
le escucha.
Jesús enseña a estas mujeres amigas,
que sólo una cosa debe
preocupar
a todos cuantos quieran seguirle:
escuchar su Palabra.
Contempla esta
escena llena de belleza, ternura y novedad.
Tenemos muchas cosas que hacer por Dios.
Pero antes tenemos que escuchar a Dios.
Tenemos muchas cosas que decir de Dios.
Pero antes tenemos que escuchar a Dios.
Y esto es lo que nos suele faltar a nosotros.
Hablamos más y escuchamos menos a Dios.
Pero antes tenemos que escuchar a Dios.
Tenemos muchas cosas que decir de Dios.
Pero antes tenemos que escuchar a Dios.
Y esto es lo que nos suele faltar a nosotros.
Hablamos más y escuchamos menos a Dios.
Abre los oídos de mi corazón.
Que los afanes de la vida
no apaguen el deseo hondo
de escuchar tu Palabra de vida.
Tú haces nuevas todas
las cosas.
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