Lo que agrada al Dios de la Alianza
“Dad limosna de lo de dentro, y lo tendréis limpio todo”
(Lc 11,41).
En el marco de una comida con un fariseo,
Jesús deja claro
que la auténtica pureza
no está en las abluciones o ritos.
Lo que agrada al
Dios de la Alianza
nace en el interior de la persona
y se expresa en la caridad
fraterna.
Si quieres que tu vida sea transparente,
no sólo des a los demás tus
cosas y de lo que te sobra,
sino entrégate tú, como hizo Jesús.
El día de mi ordenación
se me dijo que
“viviese lo que anunciaba y que fuese lo que celebraba?”
Figuro como buen sacerdote, pero ¿vivo lo que anuncio?
Me creo buen sacerdote, pero ¿soy lo que celebro?
Es fácil lavarse las manos.
Y, por higiene tendremos que hacerlo.
Lo difícil es lavar de verdad el corazón.
Es fácil ser guapos y bonitos por fuera.
Lo difícil es la belleza del corazón.
Figuro como buen sacerdote, pero ¿vivo lo que anuncio?
Me creo buen sacerdote, pero ¿soy lo que celebro?
Es fácil lavarse las manos.
Y, por higiene tendremos que hacerlo.
Lo difícil es lavar de verdad el corazón.
Es fácil ser guapos y bonitos por fuera.
Lo difícil es la belleza del corazón.
Dios no nos quiere
sucios por fuera.
Pero sí quiere vernos limpios por dentro.
Pero sí quiere vernos limpios por dentro.
Tu Palabra Jesús limpia mi barro
y hace de él una copa
para que beba mi hermano.
Comentarios
Publicar un comentario