Lo que agrada a Dios ... es que ame mi pequeñez y mi pobreza.
“Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has
revelado a la gente sencilla”
(Lc 10, 21)
Jesús lleno del gozo del Espíritu Santo
ora al Padre dándole
gracias
porque manifiesta el reino a los pobres y humildes,
a la gente
sencilla.
Pide al Espíritu que te meta en esta oración de Jesús. Siéntete
necesitado/a de su perdón y de su amor.
“Lo que agrada a Dios en mi pequeña alma,
es que ame mi
pequeñez y mi pobreza.
Es la esperanza ciega que tengo en su misericordia”
(Sta Teresa de Lisieux).
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