Transparencia
Jesรบs es cuestionado en su ciudad. Surgen preguntas desde el asombro, que huelen a desconfianza. Rechazo, por prejuicios de quienes se sienten amenazados. Para los cercanos es peligroso. Los profetas son rechazados por sus conocimientos, acciones y comportamientos
"No desprecian a un profeta mรกs que en su tierra, entre sus parientes y en su casa. Normalmente lo que mรกs cerca tenemos y mรกs conocido es menos lo valoramos. Nos atrae la novedad, lo exรณtico, lo exclusivo. Y lo cotidiano, lo rutinario, lo sencillo no llama nuestra atenciรณn. Y eso nos pasa tambiรฉn con la fe. Nos encantan las experiencias nuevas, movimientos nuevos, canciones nuevas, apariciones, milagros. Pero hay una fidelidad de Dios y de su gente que en lo escondido y lo callado dan vida al mundo, aunque nadie lo sepa.
Lo lleva en su nombre: Dios salva. Para eso ha venido al mundo, para salvarlo y salvar a toda la humanidad. Sin embargo, para su sorpresa, no son pocos los que se obstinan en no dejarse salvar. Es mรกs fรกcil creer a embaucadores que tener fe en el Salvador. Pero la verdad triunfa.
"No pudo hacer allรญ ningรบn milagro". Tan ansiosos de esperar cosas grandes, que a veces se nos pasa los milagros que Dios realiza en nuestro dรญa a dรญa. Tan encerrados en el pesimismo, porque no confiamos en que Dios lo puede cambiar todo.
«Y se admiraba de su falta de fe» Cuando conocemos quien hace el bien, nos viene la duda de que cosa ocultarรก con aquellos actos, y no dejamos que se cumpla en nosotros su voluntad. El mismo Cristo no podรญa entender que no abrieran su corazรณn a la misericordia que se les daba.
Necesitamos conexiรณn de Fe, para reconocer y permitir que Dios actรบe en nuestras vidas.
No podemos quedarnos en los que admiran, tenemos que hacer de la admiraciรณn seguimiento, compromiso, perseverancia y vida. No podemos convertirla en rechazo, comodidad, dudas y miedos. Si le admiramos acerquรฉmonos a รl. Si nos hace preguntas sobre nuestra manera de vivir no le rechacemos, sigรกmosle.
“El hombre Jesรบs de Nazaret es la transparencia de Dios, en รฉl Dios habita plenamente. Y mientras nosotros siempre buscamos otros signos, otros prodigios, no nos damos cuenta de que el verdadero signo es รฉl, Dios hecho carne; รฉl es el milagro mรกs grande del universo: todo el amor de Dios contenido en un corazรณn humano, en el rostro de un hombre”. (Benedicto XVI)
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