Sin complejos
La nueva constitución Húngara empieza con una invocación a Dios y un reconocimiento / agradecimiento a la raíz cristiana de Hungría Dios salve a Hungría. Nosotros, el pueblo de Hungría, conscientes de nuestra responsabilidad, decimos lo siguiente a todos los húngaros, en este principio de milenio: - Estamos orgullosos de que nuestro rey Esteban, santo patrón de Hungría durante mil años, haya fundado sobre buenos cimientos nuestra patria, incorporándola a la Europa cristiana. - Estamos orgullosos de nuestros antepasados, que pereveraron en ella y lucharon por la libertad y la independencia de nuestra patria. - Estamos orgullosos de los grandes logros espirituales del pueblo húngaro. - Estamos orgullosos de que nuestro pueblo haya defendido Europa durante mil años, y que sus valores comunes se hayan enriquecido con sus talentos y sus esfuerzos. - Reconocemos el papel del cristianismo en la pervivencia de la nación.