Tan cerca
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"No pudo hacer allí ningún milagro, solo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se admiraba de su falta de fe." (Mc16,1-6). Jesús enseña en la sinagoga de una manera diferente. Llama la atención su sabiduría, sus milagros. Un comportamiento que no tiene que ver con un hijo de carpintero. Reaccionan con escándalo, con desprecio. La fe se aleja cuando la certeza del conocimiento se acerca. Resulta admirable que gentes tan cercanas a él, que tantas veces le habían escuchado y tantos milagros le habían visto realizar, fueran ahora tan reacios a creer en él. La fe abre los corazones al actuar de Dios. Por eso dice el evangelista que allí no pudo hacer milagros. Jesús se sorprende de nuestra falta de fe y se apena de vernos tan encogidos, tan asustados, tan poco libres. Si tuviéramos fe como un granito de mostaza viviríamos desplegados, confiados, alegres. La seguridad de ser hijos de Dios nos haría contemplarlo todo admirados. Viviríamos ll...