Aquí estoy Señor envíame
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«"Ve hoy a trabajar en la viña”. Él le contestó: “No quiero”. Pero después se arrepintió y fue» (Mt 21, 28-32) De los dos hijos del relato de hoy a veces no sé si soy el que dijo que sí y luego no fue o el que dijo que no y luego fue. Lo que sí sé es que el patrón nunca me lo echó en cara. El mundo piensa que los cristianos estamos siempre amargados, cargados de culpabilidad, que buscamos refugio en la religión. Sin embargo, Jesús trae vida y paz, en medio de todas las dificultades que afrontamos en este mundo. La viña a la que Dios nos pide que vayamos a trabajar es la viña del mundo y de los hombres; y la tarea a realizar es practicar el derecho y la justicia; conseguir una vida mejor para el hombre; hacer que brille ante toda la creación la grandeza del ser humano; conseguir que la fraternidad sea una realidad que alcance a todos; evitar todo dolor, todo sufrimiento, toda soledad. No es suficiente cumplir con lo que Dios quiere. Se trata de vivir...