Haceos pan...
"¿Cuántos
panes tenéis?".
Ellos contestaron:
"Siete y algunos peces"»
(Mt
15, 29-37)
Jesús no es indiferente a la necesidad de los pobres y
pecadores, que acuden a Él.
Es su corazón de
pastor el que lo moviliza.
Demuestra Jesús tener una actitud maternal hacia
nosotros y unas entrañas de misericordia.
Y esa actitud es la que nos invita a que también
tengamos nosotros.
Y que en lugar de pasar por la vida movidos nuestras
necesidades, nuestros deseos y nuestros intereses, andemos atentos a las
necesidades, deseos e intereses de quienes nos rodean.
Sintamos nosotros también esa llamada por los
necesitados.
La pregunta debiera removernos:
¿Cuántos panes tenéis?.
Tenemos porque se nos regaló.
Comemos sin agradecimiento.
Vivimos llenos de avaricia y sin remordimiento.
Olvidamos o no miramos a quien está en la calle de la
soledad, el frío y el sufrimiento
Hacen falta personas que multipliquen sus 7 panes con su entrega, que pongan sus 2 peces al servicio de los demás.
Si compartiéramos lo que tenemos, sobrarían tantas cosas
…
Multiplicas lo que te ofrezco...
Tómalo que tengo y soy para tu Reino...hágase
El Señor Jesús viene a liberarnos del pecado, curando
nuestras dolencias, miedos, frustraciones y debilidades...
Y por amor se hace alimento nuestro, porque sabe que sin
Él desfallecemos.
Ven Señor Jesús y acrecienta la feliz
esperanza,
el hambre por el banquete de la vida plena y
definitiva,
que con el Padre preparas para todos los
hombres.
Te bendecimos por el pan de cada día,
signo de tu preocupación por nosotros.
Te bendecimos por el amor de cada día
que nos impulsa a buscar el pan que
necesitamos,
para nosotros y para los que más necesitan.
Te bendecimos por tu amor que se hace amor
en nuestras pobres manos
y busca alimentar la esperanza de tu pueblo.
Ven Señor Jesús, a mi vida,
y desde mi vida a la vida del mundo.
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