Fiesta de comunión

"Muchas cosas me quedan 

por deciros, 

pero no podéis 

cargar con ellas por ahora; 

cuando venga él, 

el Espíritu de la verdad, 

os guiará hasta la verdad plena" 

(Jn 16, 12-15)

Tenemos el don de la amistad con el Espíritu Santo.

Habita en cada uno de nosotros, nos guía, nos consuela y nos da fuerzas para no abandonar el camino del bien.

Hoy, solemnidad de la Santísima Trinidad.

Unidad y diversidad.

Igualdad y diferenciación.

Comunión y comunicación.

Libertad y amor.

Creatividad y pasión.

Nuestro Dios Uno y Trino no es un misterio incomprensible del cual es mejor no hablar.

¡No!

Su misterio es el misterio del amor.

Los que contemplan el amor contemplan a Dios, y los que contemplan a Dios contemplan el amor.

¿Creemos en tres dioses?
¡No!
Creemos en un solo Dios que es amor y no se puede amar estando solo.
El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo existen en una  comunidad de amor.
Igual la familia cristiana; igual la comunidad cristiana... 

Intimidad sin anulación.

Abrazo sin atadura.

Amor sin condiciones.

Un único Dios sin soledad.

Tres personas sin distancia

Fiesta de la Santísima Trinidad.
Fiesta de la comunión, de levantar puentes y derribar muros que nos distancian, de construir familia y comunidad, de trabajar todos juntos por una nueva humanidad.

Hemos sido creados a imagen de Dios, un Dios Comunidad, y nos hacemos como Él creyendo en la familia, siendo constructores de comunidad, luchando contra cualquier división y exclusión y contra todos los mecanismos del egoísmo, creando una cultura de comunión y solidaridad.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Al Dios que es, que era y que viene.

Cambiaré mi corazón de piedra
por uno de carne y sentimiento
que modele de barro primaveras
y destruya solo mis lamentos.
Cambiaré mi corazón de piedra
por uno mucho más tierno
que bombee pos poemas
que has escrito en mis adentros.
Y cambiaré las mil ofensas
por un millón de “te quieros”.
Y a ti, mi Dios, perdido entre mis venas, mi vida, mi testamento.
qué se yo, mi sonrisa, ya sabes…, este humilde silencio.

Trinidad Santa,

que nos has hecho semejantes a Ti,

que tu Palabra expresada en Jesús, nuestro Maestro,

sea nuestro Camino, Verdad y Vida.

Guíanos con la luz de tu Espíritu,

haznos portadoras del mensaje del Amor.

Gloria al Padre, al Hijo y Espíritu Santo.