¿Huele a cruz?
Permite que todo tu interior quede iluminado, por la
Palabra. Cuaresma es tiempo de recibir la luz que pacifica nuestras
conciencias.
Ante el Evangelio nada de indiferencia y todo radicalidad, sentido y compromiso. Los que hemos tenido la suerte de conocer a Jesús sabemos de la profundidad de su Palabra, de su mensaje, y de la exigencia del mismo. Permanezcamos unidos a Él
Hubo quien despreció el origen humilde de Jesús... y también en nosotros pesan los prejuicios. ¿Puede salir algo bueno y noble de la gente sencilla? Rotundamente SÍ.
La fe nunca se nos muestra como una evidencia incontestable. Nunca se nos impone. Es siempre una invitación, una posibilidad, a la que sólo se accede desde una aproximación libre. Yo soy quien abre la puerta a la presencia acompañante de Dios. Al que abre se le invita a cenar con el Señor.
Amigos: ¿Qué dicen cosas de vosotros?
Ya veis las que dijeron de Jesús.
Que lo que digan y comenten los demás,
no nos impida seguir adelante en nuestro
camino de fidelidad a Dios.
¿Qué esa fidelidad de cada día “huele a cruz”?
Tanto mejor, porque entonces nuestras vidas
están “oliendo a Evangelio”.
Y como dice el Papa Francisco: “Nuestra alegría también
es ir a contracorriente e ir más allá de la opinión corriente”.
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