Feliz de ti
El que está unido a Jesús debe saber que puede correr su misma suerte.
Jesús saca de la esclavitud y lleva a la libertad.
Saca de la injusticia y lleva al amor solidario.
Saca de la opresión y lleva al proyecto del Padre.
Quien denuncia los criterios del mundo, se gana el odio del mundo.
Las palabras de Jesús nos alertan también a nosotros sobre lo difícil que va a ser nuestra relación con el mundo.
No somos del mundo, vivimos en el mundo, y somos para el mundo.
El mundo como esa realidad contraria a la voluntad de Dios.
Un mundo con sus criterios mercantilistas, deshumanizados, ante los que ser gratuidad y ternura.
Un mundo que odia porque necesita Amor.
No somos del mundo, pero estamos y vivimos en el mundo.
El mundo es nuestro lugar de encuentro con Dios y los demás.
El mundo es oportunidad de conversión y espacio de salvación.
Es contrario a Dios, y también ámbito de su presencia.
En el mundo y para el mundo, en la historia, con los demás... con su propuesta.
Un mandamiento que cambia radicalmente las relaciones, el amor.
Queremos ser portavoces y actores de la propuesta de Dios para el mundo: la fraternidad.
Jesús no nos podía desear una paz "como la del mundo", sin conflictos, sino que nos estaba prometiendo que nunca se apartaría de nuestro lado.
Él mismo es la paz y se queda con nosotros en nuestros calvarios.
En el seguimiento de Jesús, Él no nos promete un feliz término no terreno sino celestial.
Le mataron pero resucitó, venció todos los poderes y entró en la gloria.
Nosotros, sus seguidores, encontramos la fuerza para vencer todos los retos de la vida en Él, nuestra esperanza y alegría.
¡Feliz de ti!
cuando te veas perseguido,
insultado y calumniado,
por mostrar con tu vida
un estilo de vida evangélico!
Feliz de ti
Cuando te persigan y te dejen de lado
porque te mantienes fiel a tus convicciones
y no claudicas por temor o cobardía,
para acomodarte a las presiones del ambiente.
Feliz de ti
Cuando te calumnien
porque no toleran verte distinto,
testigo de un estilo de vida nuevo,
no sometido a las pautas ambientales
o a las exigencias de algún grupo.
Feliz de ti
cuando te calumnien y te insulten,
te marginen y te persigan,
porque vives de acuerdo a tus ideales,
contra del ambiente.
Feliz de ti, entonces,
porque tendrás la invalorable recompensa
de sentir que tu conciencia te aprueba,
y de estar en paz contigo.
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