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El resplandor de su luz








Este es mi Hijo, el amado, en quien me complazco. Escuchadlo.




 El domingo nos trae la luz y la paz de la Eucaristía. ¡Siente cómo te da fuerzas para toda la semana!

Dios manifiesta su amor transfigurándolo todo



Dios Padre Bueno y Misericordioso,
te damos Gracias y te alabamos
porque tu Amor y tu Misericordia
resplandecen siempre como el sol
en medio de nuestra vida cotidiana,
y  tu Perdón es la Luz que nos permite
reconocer nuestras debilidades y volver a Ti
a pesar de nuestros pecados y miserias. 
Gracias porque Tú nos amas y nos permites
contemplar tu Divinidad a través de la oración,
y sentir cada día tu Amor y tu Presencia
en lo profundo de nuestro corazón.
Ayúdanos a escuchar tu Voz con claridad
a través de tu Palabra de Vida, cada día,
sin que los ruidos del mundo la silencie,
para poder cumplir siempre tu Voluntad.
Ten Misericordia de todos nosotros
y no lo permitas caer en la tentación
de desear y buscar sólo nuestra comodidad
sin acudir a ayudar a quien más nos necesite.
Danos un corazón sensible al sufrimiento
para estar siempre cercano al más débil
y a quienes necesiten ser consolados.
Ayúdanos a reconocerte en las personas
que acudan a nosotros buscando ayuda,
o en quienes necesiten encontrarse contigo
para poder conocerte y amarte y alabarte.
Ten Misericordia de nosotros cada día,
y transfigúranos con tu Amor con tu Perdón,
para poder ser un reflejo de tu Luz y Ternura
en medio del mundo y en nuestra sociedad.
Haz Tú, Dios Padre Bueno, que nuestro corazón
esté siempre lleno de Tu Paz, Belleza y Bondad.
Amén.

Jesús se transfigura delante de sus amigos, su rostro irradia una luz resplandeciente




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