Descubrir y acoger el querer de Dios.
Dijo Jesús a sus discípulos: «No todo el que me dice
"Señor, Señor" entrará en el reino de los cielos, sino el que cumple
la voluntad de mi Padre que está en el cielo. El que escucha estas palabras
mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su
casa sobre roca… » (Mt 7, 21. 24-27).
Señor, ayúdanos a
construir sobre roca
y a no ser meros espectadores de tu Palabra.
El proyecto de Dios
consiste en que toda la humanidad
beba con abundancia en las fuentes de su
amor.
Pero hay todavía muchos corazones
cerrados, enfrentados.
Abre tus manos y di varias veces:
“Hágase tu voluntad”.
¿Cómo cumpliré hoy,
Padre mío, tu voluntad?
Me pondré en tus manos.
Esperaré que se cumpla tu proyecto.
Te diré confiadamente amén.
“Entrará
en el Reino de los cielos,
el que cumpla
la voluntad de mi Padre” (Mt 7,21)
Jesús nos invita
a entrar en el Reino,
a meternos en su
misericordia.
Un amor nos espera.
Nuestra casa se llena de luz.
Tarea
para hoy:
ejercitarnos en descubrir
y acoger el querer de Dios.
María nos regala sus palabras:
Hágase.
El corazón de Dios está lleno de misericordia
para nosotros.
Bendito y
alabado seas, Señor. Nuestra alegría se
recrea en tu misericordia.
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