Ir al contenido principal

Ha llegado


“El que no está conmigo está contra mí”.
 
(Lc 11,14-23)

No reconocer la acción de Dios en los milagros de cada día, puede ser de miopes espirituales. Atribuir el bien, la sanación y la salvación de Dios a Belzebú, es de ciegos integrales y desorientados absolutos. El Señor limpie la mirada y el corazón para reconocerlo.

Hoy es un día para revisar si “estoy con Él”… o no. Nos quiere muy unidos a Él. ¿Realmente lo estamos? ¿O solo “de boquilla”?

"Por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios, echa los demonios" Este es el engaño del Maligno en Cuaresma Si ayunas, te agotarás Si reprimes la irá, reventarás Si eres casto, te abrasarás Si eres manso, te pasarán por encima Si eres humilde, abusarán de ti


"El Reino de Dios ha llegado a vosotros."
Se lo pedimos cada día en el padrenuestro y hoy nos lo dice el Señor con su Palabra. El Reino, su presencia en medio de los hombres, ya ha llegado a nuestras vidas. Hace falta miradas que lo descubran. Es Reino, que dos o tres nos reunamos en su nombre. Es Reino, vivir felices y convivir. Es Reino tener paz y vivir reconciliados con nuestra historia. Es Reino, compartir una comida, es el banquete que celebra la alianza de Dios con sus hijos.

Santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu Reino.
Líbranos de las guerras entre hermanos, 
de las envidias y celos dentro de la comunidad cristiana.
Enséñanos a correr todos a una.
Hágase tu voluntad.
Amén.

«El que no está conmigo está contra mí» No sirven los mediocres ni el relativismo que todo vale. Lo que importa es fortalecer la fe para que nuestra vida no se pierda entre los dedos, sino que sea fuerte para construir el Reino y hacerlo presente en nuestro mundo.

¿Estamos con Jesús? ¿Dejamos que Él actúe en nosotros? ¿Actuamos nosotros en nombre de Jesús y con su fuerza y confianza?

«El que no recoge conmigo desparrama» No caben posturas intermedias, no acepta actitudes tibias o mediocres. No podemos estar con él y vender el alma al diablo. Participar de su misión exige estar con él, adherirnos a su persona, y los hermanos. Es lo que tiene ser discípulo: ponerse tras el maestro, unido a él.

Es juntos, y con Él, como se construye comunidad, la diferencia suma y la diversidad se convierte en riqueza. Solo con Él se puede vivir en la unidad de la fe. Podrán ser muchas cosas las que vivamos de manera diferente pero no nuestra unidad a Él. 


Tal como rezamos con el salmo 94 hoy, en esta travesía cuaresmal no debemos endurecer el corazón, sino escuchar “hoy” la voz del Señor.

 
 
 
 
Señor: Tú llegas a nuestro mundo y nos invitas a abrir 
la puerta de nuestro corazón a todas las personas. 
Ya nos dijiste que eres Tú quien viene 
cuando alguien llama a nuestra puerta. 
Tu palabra es ésta: “He aquí que estoy a la puerta y llamo. 
Si alguno oye mi voz y abre la puerta, 
Yo entrará y cenaré con él y él conmigo”.
Señor: que sepamos escuchar tu voz, 
esa voz que nos llega por nuestros hermanos. 
Que abramos la puerta para acogerte a Ti, 
y en Ti a todas las personas.

 

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

SAN JOSÉ

Salve, José, amante y tierno padre. Salve, guardián de nuestro Redentor. Esposo fiel de tu bendita Madre y salvador del mismo Salvador. Al buen Jesús pudiste ver sin velo y sobre ti sus miembros reclinó. Al Hacedor de tierra, mar y cielo con cuánto amor le besas y te besó. ¡Oh, qué feliz el nombre de Hijo que dabas! Ninguno fue por Dios tan encumbrado como tú, José. ¡Oh, fiel guardián de nuestro Redentor! Dichoso aquél, José, que tú proteges y el que con fe te invoca en la aflicción, jamás, jamás lo dejas sin amparo y protección. ¡Oh, San José, amante y tierno padre, santo sin par y espejo de virtud! Haznos amar a la divina Virgen y a nuestro Dios y Salvador. “Protege, oh bienaventurado José, protégenos en nuestras tribulaciones. Defiéndenos de las asechanzas del demonio, protégenos con tu patrocinio, y ayúdanos y sostennos con tu auxilio para que podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza”. (León XIII)

Gracias, Señor.

El titulo de esta entrada me la ha do el Papa Francisco esta mañana en su tuit  @ Pontifex_es Termina un año y estamos a punto de comenzar uno nuevo. Se cierra un libro y empieza un nuevo libro con las paginas en blanco. Hoy es un buen momento para hacer balance del año, pedir perdón, dar gracias y pedir ayuda.  En el año que termina ha habido de todo, pero la certeza del amor de Dios ha estado conmigo todos los días. Su ternura la he sentido muchas veces, y muchas veces su mano me ha levantado. Gracias, Señor porque no termino el año sólo y el nuevo lo puedo empezar contigo. Por eso yo no le pido nada al 2015, yo se lo pido a Dios. En tus manos Señor pongo mi vida en este nuevo año 2015

La familia según el papa Francisco

100 consejos de papa Francisco a las familias que se encuentran esparcidos en las catequesis pronunciadas entre diciembre de 2014 hasta septiembre de 2015.   1.   “Permiso”, “gracias”, “perdón”.   En efecto, estas palabras abren camino para vivir bien en la familia, para vivir en paz. Son palabras sencillas, pero no tan sencillas de llevar a la práctica. Encierran una gran fuerza: la fuerza de custodiar la casa, incluso a través de miles de dificultades y pruebas; en cambio si faltan, poco a poco se abren grietas que pueden hasta hacer que se derrumbe (13 de mayo de 2015). 2. La primera palabra es “permiso” (…) Entrar en la vida del otro, incluso cuando forma parte de nuestra vida, pide la delicadeza de una actitud no invasora, que renueve la confianza y el respeto. La confianza, en definitiva, no autoriza a darlo todo por descontado. Y el amor, cuando es más íntimo y profundo, tanto más exige   el respeto de la libertad y la capacida...