Estudiar
JesΓΊs se siente enviado por Dios, lo que dice y propone es de Dios. No entiende el rechazo. Quieren que no se mueva nada. Su mensaje es de Dios, estΓ‘ unido a Dios. Creamos en sus palabras, hagamos de ellas proyecto, vivamos su Evangelio con radicalidad
Dios es lo contrario a las redes sociales. Γl no necesita nuestra apariencia falsa y nuestra mΓ‘scara para darnos un ”like”. Γl nos ama en nuestra debilidad y nuestro barro. Solo desde el reconocimiento humilde de nuestra realidad, Dios podrΓ‘ hacer en nosotros su obra.
JesΓΊs no recibe la gloria de los hombres. Es efΓmera. La aceptaciΓ³n de reconocimientos y aplausos puede convertirse en un objetivo en la vida. Muy alejado de la bΓΊsqueda de la gloria de Dios. El centro puede ser el ego que necesita quien aplauda y piropee, o Dios.
La verdad no se tiene por gritarla mΓ‘s fuerte que los demΓ‘s. La verdad se nos da a conocer cuando se vuelve vida, cuando se encarna, cuando se expresa no solo en palabras sino en obras. JesΓΊs no se defendΓa frente a sus acusadores con argumentos y razonamientos, sino con la acogida de un amor y unos frutos que son del EspΓritu Santo.
«¿CΓ³mo vais a creer en mis palabras?» Hemos construido un mundo donde la realidad que aceptamos sΓ³lo es la que nos gusta, de lo demΓ‘s dudamos. ¿CΓ³mo escuchar a quiΓ©n nos habla con la verdad y nos invita a cambiar nuestra forma de vivir para relacionarnos con Dios y los hermanos?
Se hizo uno de nosotros, dΓ©bil, humano, para darnos la fuerza de su gracia y la belleza de su divinidad.
Lo decisivo en nuestra vida es el encuentro con JesΓΊs; cosa que no se asegura con la investigaciΓ³n. El mismo SeΓ±or lamenta que los estudiosos no quieran ir a Γl para tener vida. Es verdad que sabidurΓa y academicismo no siempre van de la mano. No eludamos el encuentro con Γl.
Γl el que viene de Dios, es Dios, a quien esperamos, quien cambia nuestra vida, el que ofrece un camino de felicidad.
Si aceptas a JesΓΊs en tu vida, deja que tus actos hablen por ti. Da testimonio del amor de Dios a los demΓ‘s
IdolatrΓa
Gangas y saldos.
La vida, rebajada
a base de apariencias.
El amor, suplantado
por afectos fugaces.
En lugar de sentido, diversiΓ³n.
En lugar de horizonte,
espejismos.
Uno acumula tesoros
que un dΓa resultarΓ‘n estΓ©riles
tras haber traicionado
sus promesas.
Tristes Γdolos,
disfrazados de inmediatez,
que nos ciegan
sin dejarnos bailar
con el tiempo.
Metas fugaces,
que te sacian por un instante
y te dejan hambriento de nuevo.
Dejarse seducir
sin perder la libertad,
saber arrodillarse
admirando la grandeza,
eso solo ante Dios.
Su Palabra que conmueve,
su rostro hecho hermano,
el Pan de todos,
la cruz, difΓcil, pero ya vencida.
En Dios todo encuentra su sitio.
(JosΓ© MarΓa R. Olaizola, sj)
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