Quedarse
Acojamos este nuevo año que comenzamos como un regalo para poder seguir respondiendo a la llamada que Dios nos hace hoy, desde el lugar en el que estamos, la realidad que vivimos.
Juan les señala a dos de sus discípulos dónde estaba el Cordero de Dios. ¿Quién fue tu Juan? Pide por el Juan de tu vida que te acercó a Él y da gracias a Dios. Y recuerda que hoy te toca a ti ser Juan para muchos otros.
Tengamos un encuentro transformador con Él. Busquémosle sin miedo y cuando le encontremos, cuando tengamos la experiencia, quedémosle con Él, vivamos con Él, cambiemos el proyecto de vida y demos testimonió de Él. '¿Dónde vives?', 'Venid y lo veréis'.
La pregunta de Jesús cuestiona el sentido de la vida: ¿qué buscáis?. La búsqueda es el principio de algo nuevo. Buscamos lo que nos llena, nos hace experimentar plenitud, nos hace felices. Y cuando encontramos la respuesta sólo podemos seguirla.
Conocer a Cristo significa quedarse con Él. Aquí se nos recuerda el misterio de la Encarnación, de la Eucaristía y de la vida eterna: estar con Cristo. Jesús podía haberles dado un cúmulo de respuestas pero, en cambio, les lanza una invitación: permanecer con Él.
Es al vivir con Cristo que le vamos conociendo. No es una definición, ni un concepto, debe ser fruto de una relación. Descubrir a Dios presente en todo lo que nos ocurre es la novedad que llena de alegría nuestra existencia cotidiana.
Tú nos invitas a ponernos en camino,
a salir de nuestras casas
(situaciones, miserias, enfermedades, dolencias)
y a recorrer un itinerario de fe,
un camino en el que los que te sigan
irán descubriendo y respondiendo
a la pregunta por tu identidad.
La gente pregunta quién eres
y tú respondes “venid y lo veréis”,
“llamad y se os abrirá”,
“amad por encima de todo”,
“perdonad hasta setenta veces siete”,
“construid vuestra casa sobre la roca”,
“sembrad con perseverancia y sed pacientes”…
…porque tú nos quieres en camino, en movimiento, en acción
y en este no parar te nos descubres tal cuál eres.
Dame la oportunidad de acercarme a ti,
de preguntarte quién eres
y de conocer la respuesta
en el seguimiento fiel a tu persona y a tu proyecto,
a tu evangelio y a la misión. Así sea.
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