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La humildad es la llave de toda grandeza




"Mi yugo es llevadero y mi carga ligera" 
(Mt 11, 25-30)


Para ser grande, primero debes aprender a ser pequeño. 
La humildad es la llave de toda grandeza




Bendita sencillez.
Quien anda en humildad, ha encontrado la verdad.
Y quien anda en la verdad, encuentra la paz.
El ego es una pesada carga.


Ven a mí si estás cansado y agobiado, que yo te aliviaré.
No te des nunca por vencido porque yo estoy contigo.
 

 
Te damos Gracias, Dios Bueno y Misericordioso,
porque Tú nos has escogido para amarnos
y para revelarnos tu Amor
en el interior de nuestro corazón.
Te damos Gracias porque Tú, Dios Padre nuestro,
eres siempre nuestro descanso y sosiego que nos tranquiliza
cuando los problemas y cansancios
de nuestra vida nos agobian,
y llenándonos de tu Paz si las dificultades intentan alejarnos de Ti.
Gracias, Dios nuestro, porque Tú eres descanso que nos reconfortas
y nos animas a seguir trabajando en la construcción de tu Reino,
y que también nos ayudas a centrar nuestra vida siempre en Ti.
Gracias por el don de la fe que nos entregas y fortaleces cada día,
y que con la fuerza de tu Eucaristía nos animas a amar sin descanso.
¡Gracias porque en Ti, Dios nuestro, encontramos tu Paz y Amor!
Gracias porque tu Amor y Misericordia son tan grandes e infinitos,
que junto a Ti jamás nos sentimos solos, ni olvidados, ni abandonados.
Ayúdanos, Dios nuestro Misericordioso y Todo Bondad,
a ser cada día, en cada circunstancia, mansos y humildes como Tú,
para así poder ser personas cercanas a nuestros hermanos
y poder ayudar a nuestro prójimo siempre que nos necesite.
Ten Misericordia de nosotros y transfórmanos en personas sencillas
que logren simplificar siempre la vida a los demás,
para ayudar y consolar a cada hermano nuestro
que se encuentre triste o agobiado por el dolor
y sufrimiento de sus problemas cotidianos.
Amén.

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