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Evangelizadora



“Jesús le dice: ¡María! 
Ella se vuelve y le dice: ¡Rabboni!, 
que significa: ¡Maestro!” 
(Jn 20,16)  

María Magdalena vive en el pasado y por eso no reconoce a Jesús.
Jesús llama a María por su nombre y ella reconoce su voz.
Al esposo le responde la esposa.
 El lenguaje nupcial expresa la relación de amor que une a la comunidad con Jesús.
¿Cómo llamas a Jesús en tus encuentros con Él?
Lo mío es tuyo, mi Señor.
Lo tuyo es mío, mi Señor.
Juntos hacemos el camino, mi corazón en el tuyo.
 Jesús Resucitado quiere que le descubramos en cada situación por nueva o poco corriente que sea. 

El encuentro con Jesús siempre nos empuja a los hermanos.
Los momentos de intimidad en la oración o en la Eucaristía son el equipaje que necesitamos para darle a conocer.
María Magdalena lo, entiende y se convierte en evangelizadora
.
- Señor, ayúdame a crecer en el amor.


Señor, tú expulsaste siete demonios de María Magdalena y, hoy, ahuyentas de mi corazón miedos y desesperanzas, egoísmos y tristezas.
Gracias, Señor, por lo que hiciste con Magdalena y por lo que haces por mí.

Señor, María Magdalena fue agradecida, te amaba con todo su corazón de mujer y dedicó toda su vida a seguirte y servirte.
Que también yo, Señor, sea agradecido, te ame, te siga con confianza y te sirva con generosidad.

Señor, Magdalena estuvo siempre a tu lado, en tu pasión, muerte y sepultura.
Que también yo esté junto a Ti, en los que sufren, cuando no te sienta cerca y cuando la fe me traiga más problemas que satisfacciones.

Señor, tú premiaste la fidelidad de la Magdalena saliendo a su encuentro después de tu resurrección, para convertir su duelo en danzas. Señor, que también yo encuentre en Ti la alegría, la paz y la esperanza.

Señor, tú confiaste a María Magdalena la misión de anunciar tu resurrección y cuentas conmigo para transmitir tu vida nueva.
Señor, dame tu Espíritu, para cumplir esta misión con la alegría y la entrega de María Magdalena.
Amén. 


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