"Serán los dos una sola carne." (Mc 10,1-12). La indiferencia, que es generada por el corazón duro y lo retroalimenta, hace que la mirada sea fría, falta de compromiso y vacía de fraternidad. 'Pasar' del otro es una de las acciones de un corazón duro, de piedra. La propuesta es cambiar el corazón, que sea sensible, de carne, que sienta y ame, que cuide y goce, que llore y ría... para descubrir que el otro es mi hermano. El sueño de Dios con el matrimonio y con todas las relaciones personales es de comunión. Las personas estamos llamadas a encontrarnos. Y fruto de ese encuentro, crecer, ayudarnos, cuidarnos. Ser fecundos y que la vida mejore para todos, aprendiendo juntos. Son los miedos, las luchas de poder, la incomunicación, las expectativas defraudadas lo que va gastando y erosionando el amor. Cuando repudiamos a alguien vivimos el fracaso del amor. «Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre» El matrimonio no sólo es la unión de dos ...