ligeros de equipajes
“Quien no lleve su cruz detrás de mí
no puede ser
discípulo mío”
(Lc 14, 27).
En tiempos de crisis muchos proyectos acaban en
bancarrota.
Hay quien se salta la ley y hace negocios poco limpios.
Muchos
cristianos cambian de grupo eclesial una y otra vez sin encontrar lo que
buscan.
Ser capaz de mantener una línea de vida y aceptar los contratiempos que
puedan presentarse, es calcular bien y poco a poco aprender a llevar la cruz.
- Señor, que mi vida no sea un resumen de buenas intenciones.
- Señor, que mi vida no sea un resumen de buenas intenciones.
El seguimiento de Jesús pide muchas veces la renuncia y
el despojamiento.
El cargar con su cruz no supone un peso adicional a las
dificultades e la vida sino un estilo de vivir lo cotidiano a la luz de los
valores del Reino.
Jesús nos invita a vivir con libertad, a caminar ligeros de
equipaje, a llevar en el corazón su persona y su mensaje.
Señor, quiero seguirte, pero me faltan las fueras para
hacerlo.
No te veo, no te siento, no te comprendo, pero me fío de Ti.
Señor, ¿cómo voy a amarte más que a mis padres, si
ellos se han sacrificado tanto por mí y me lo han dado todo?
¿Cómo voy a amarte más que a mi pareja, si nos queremos con locura, si parece imposible amar con más fuerza?
¿Cómo voy a amarte más que a mis hijos, si cada día les doy lo mejor de mí y daría mi vida por ellos, sin pensarlo dos veces?
¿Cómo voy a amarte más que a mis hermanos y amigos, si yo no sería nada sin ellos?
Señor, ayúdame a darme cuenta de que mis padres, mi pareja, mis hijos, hermanos y amigos son un regalo tuyo;
que su amor es sólo un pequeño reflejo del gran amor que Tú sientes por mí.
Señor, ayúdame a experimentar que cuando me dejo amar por ti y cuando te amo sobre todas las cosas, mi corazón se ensancha y pacífica, y, así, puedo amar sin exigir a los demás lo que sólo Tú me puedes dar, puedo amar más y mejor a mis padres, a mi pareja, a mis hijos, hermanos y amigos.
Señor, ayúdame a fiarme de tu palabra y a disfrutar la vida nueva que sólo Tú me ofreces.
¿Cómo voy a amarte más que a mi pareja, si nos queremos con locura, si parece imposible amar con más fuerza?
¿Cómo voy a amarte más que a mis hijos, si cada día les doy lo mejor de mí y daría mi vida por ellos, sin pensarlo dos veces?
¿Cómo voy a amarte más que a mis hermanos y amigos, si yo no sería nada sin ellos?
Señor, ayúdame a darme cuenta de que mis padres, mi pareja, mis hijos, hermanos y amigos son un regalo tuyo;
que su amor es sólo un pequeño reflejo del gran amor que Tú sientes por mí.
Señor, ayúdame a experimentar que cuando me dejo amar por ti y cuando te amo sobre todas las cosas, mi corazón se ensancha y pacífica, y, así, puedo amar sin exigir a los demás lo que sólo Tú me puedes dar, puedo amar más y mejor a mis padres, a mi pareja, a mis hijos, hermanos y amigos.
Señor, ayúdame a fiarme de tu palabra y a disfrutar la vida nueva que sólo Tú me ofreces.
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