“Dios lo puede todo”
(Mc 10,27)
Seguramente todos los que participamos de la Eucaristía podríamos
decir también:
«Todo esto lo he cumplido desde pequeño».
También a nosotros Jesús nos mira con cariño y nos dice:
«Una cosa te falta».
Debemos permitir que Dios sea el único Señor y tesoro de
nuestra vida.
Aprender a caminar al lado de Jesús, sin aferrarnos a
nuestras riquezas, sino con capacidad para compartir.
Y sabiendo que la tristeza sólo se vence en la medida en que
el amor de Dios nos llena el corazón.
- Ayuda a tu Iglesia, Señor Jesús,
a ser
una comunidad de personas
que viven la alegría de seguirte incondicionalmente.
Hay pan para todos cuando el reino de Dios desencadena
procesos de entrega y solidaridad.
No comiences la jornada a solas.
Hazlo siempre con Dios.
Abro mis manos y mi corazón y me dejo hacer por ti.
Yo me hago capacidad y Tú te haces torrente de gracia.
“Jesucristo, siendo rico,
se hizo pobre para enriqueceros con su
pobreza”
(2 Cor 8, 9).
Comentarios
Publicar un comentario