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Himno ortodoxo

O alegre luz de la gloria santa del Padre inmortal, celestial, santo, bendito Jesucristo. 
Ahora que hemos llegado a la puesta del sol y contemplar la luz de la tarde, cantamos a Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo. 
Todo momento es apropiado para alabarte con voces alegres, oh Hijo de Dios, el Dador de la vida. He aquí, el mundo canta tu gloria.
Oh Señor, nos mantendrá esta noche sin pecado.
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres, y alabado y glorificado sea tu nombre por los siglos. O Señor, que tu misericordia este sobre nosotros porque hemos puesto nuestra esperanza en ti.
Bendito seas, Señor, enséñame tus mandamientos.
Bendito seas, Señor, concédeme la comprensión de tus mandamientos.
Bendito seas, Santo, ilumíname con tus mandamientos. 

Señor, tu misericordia es para siempre.
No desprecies las obras de tus manos. 

A ti se debe la alabanza, a ti es la canción debido a que es la gloria debida, 
al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. 
Amén

Comentarios

  1. De una belleza que cautiva. Me apasiona además escucharlos cantados.
    La liturgia ortodoxa, a mí personalmente me hace examinar muchas de mis actitudes. Gracias por este Himno. Un saludo

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