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Spe Salvi

Ya ha comenzado un tiempo nuevo en la Iglesia. La liturgia se viste morado para prepararnos a la Navidad con el ADVIENTO. Dios que quiere acercarse a los hombres de buena voluntad. Dios que quiere que le recibamos en los acontecimientos de nuestra vida. Dios que en Jesús, nacido de María, nos dice que nos quiere, y nos quiere mucho.
En este Adviento hemos tenido un regalo adelantado de Navidad, la segunda encíclica de Benedicto XVI, Salvados por la esperanza. El Papa nos invita a vivir este Adviento leyendo "Spe Salvi" donde nos recuerda que la esperanza es para los cristianos una persona: Cristo que nos indica qué es y dónde está la vida.
El Papa se pregunta: "la fe cristiana ¿es también hoy una esperanza que transforma y sostiene nuestra vida?" Un buen tema para reflexionar en este tiempo. Pues como dice el Papa el hombre se salva por el amor de Dios. No un Dios lejano, sino un Dios que se hace hombre para quitar el pecado del mundo.
El Amor es quien nos ha redimido, he aquí donde radica nuestra esperanza: Dios es amor. Por eso como recuerda el Papa "una sociedad sin Dios está abocada a una inevitable desesperación" , no lo olvidemos: "Me hiciste, Señor, para ti y mi alma estará inquieta hasta que descanse en ti" (San Agustín)

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SAN JOSÉ

Salve, José, amante y tierno padre. Salve, guardián de nuestro Redentor. Esposo fiel de tu bendita Madre y salvador del mismo Salvador. Al buen Jesús pudiste ver sin velo y sobre ti sus miembros reclinó. Al Hacedor de tierra, mar y cielo con cuánto amor le besas y te besó. ¡Oh, qué feliz el nombre de Hijo que dabas! Ninguno fue por Dios tan encumbrado como tú, José. ¡Oh, fiel guardián de nuestro Redentor! Dichoso aquél, José, que tú proteges y el que con fe te invoca en la aflicción, jamás, jamás lo dejas sin amparo y protección. ¡Oh, San José, amante y tierno padre, santo sin par y espejo de virtud! Haznos amar a la divina Virgen y a nuestro Dios y Salvador. “Protege, oh bienaventurado José, protégenos en nuestras tribulaciones. Defiéndenos de las asechanzas del demonio, protégenos con tu patrocinio, y ayúdanos y sostennos con tu auxilio para que podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza”. (León XIII)

Gracias, Señor.

El titulo de esta entrada me la ha do el Papa Francisco esta mañana en su tuit  @ Pontifex_es Termina un año y estamos a punto de comenzar uno nuevo. Se cierra un libro y empieza un nuevo libro con las paginas en blanco. Hoy es un buen momento para hacer balance del año, pedir perdón, dar gracias y pedir ayuda.  En el año que termina ha habido de todo, pero la certeza del amor de Dios ha estado conmigo todos los días. Su ternura la he sentido muchas veces, y muchas veces su mano me ha levantado. Gracias, Señor porque no termino el año sólo y el nuevo lo puedo empezar contigo. Por eso yo no le pido nada al 2015, yo se lo pido a Dios. En tus manos Señor pongo mi vida en este nuevo año 2015

La familia según el papa Francisco

100 consejos de papa Francisco a las familias que se encuentran esparcidos en las catequesis pronunciadas entre diciembre de 2014 hasta septiembre de 2015.   1.   “Permiso”, “gracias”, “perdón”.   En efecto, estas palabras abren camino para vivir bien en la familia, para vivir en paz. Son palabras sencillas, pero no tan sencillas de llevar a la práctica. Encierran una gran fuerza: la fuerza de custodiar la casa, incluso a través de miles de dificultades y pruebas; en cambio si faltan, poco a poco se abren grietas que pueden hasta hacer que se derrumbe (13 de mayo de 2015). 2. La primera palabra es “permiso” (…) Entrar en la vida del otro, incluso cuando forma parte de nuestra vida, pide la delicadeza de una actitud no invasora, que renueve la confianza y el respeto. La confianza, en definitiva, no autoriza a darlo todo por descontado. Y el amor, cuando es más íntimo y profundo, tanto más exige   el respeto de la libertad y la capacida...