Amar y servir

 


 
"Los amó hasta el extremo". 
(Jn 13, 1-15)

Hoy Jueves Santo, día del Amor fraterno, no hay mayor amor que el que se da cuando el ejemplo nos enseña a amar desde las cosas sencillas de cada día.

Unos, negándole; otros, traicionándole... y él, a cambio, lavándoles los pies por amor.

"El grande que se humilla ante el pequeño es el verdaderamente humilde" (Romano Guardini)

Les lava los pies.
Todo pasa por servir.
Ese es el nuevo centro de la Pascua, servir y amar.



Jueves Santo en todo amar y servir... A todos amar y servir

Amar... es más que palabras y postureo, es estar ahí y hacer lo que nadie te obliga, lo que sale de dentro, lo que pocos o nadie haría.

Nuestra misión en este mundo es servir, ayudar al otro desde el más pequeño gesto, con amor.
¿Estás dispuesto a esa entrega generosa y desinteresada?


Cristo Jesús, en este primer día del Triduo Pascual, con el ejemplo que nos das de infinito amor y profunda humildad, NOS SORPRENDES CON TRES REGALOS QUE TE AGRADEZCO DESDE LO MÁS HONDO DE MI CORAZÓN ¡GRACIAS! POR EL MANDAMIENTO NUEVO  DEL AMOR FRATERNO, EL SACRAMENTO DE LA EUCARISTIA Y EL SACRAMENTO DEL SACERDOCIO.


¿POR QUÉ NOS SOPRENDES ASÍ, SEÑOR? 

En el silencio de una noche, 

sorprendiste al mundo en tu pequeñez

Allá, a orillas del Jordán, 

como uno más quisiste recibir el Bautismo de manos de Juan

Fue entonces, Señor, 

cuando los motores de tu misión se pusieron en marcha

Endemoniados y hombres y mujeres, 

hastiados de preocupaciones se sintieron aliviados con tu presencia

Otros, cómodamente sentados a la orilla del mar,

 escucharon, inesperadamente tu llamada: ¡venid y seguidme!

Los leprosos, Señor, quedaron limpios como un amanecer

Los paralíticos volvieron a sentir la dureza de los caminos

Enfermos y poseídos, pecadores y adúlteros

Comprendieron que, tu presencia, era eso…amor y sólo amor

Los pecados, a partir de tu llegada, no eran más fuertes

Que la misericordia de Dios.

¿POR QUÉ, DE NUEVO, HOY NOS SORPRENDES, SEÑOR?

¿Recuerdas aquel día en la barca?

Una traicionera tormenta nos metió el miedo hasta en los tuétanos

Tu mano siempre oportuna, aun con nuestra falta de fe, la calmó

Los muertos, ¿recuerdas, Jesús? volvieron por tu intervención a la vida

Los hambrientos, en inolvidables multiplicaciones de panes y de peces, 

abrazaron la hartura

Los tristes, ante tu alegría divina, 

en el Monte de las Bienaventuranzas encontraron 

mil razones para sus lágrimas, sufrimientos y esperanzas

¿POR QUÉ, DE NUEVO, HOY EN JUEVES SANTO,

NOS SORPRENDES SEÑOR?

Tus parábolas fueron sabiduría y universidad del Reino de Dios

Quien no sabía orar, pronto, muy pronto, 

aprendió a decir “Abba” “Padre”

Quien decía aquello que luego no hacía,

Pronto se sintió incómodo ante la luz y la hoja fina de tu verdad

Quien intentaba, cómodamente, vivir en el castillo de su hipocresía

Se resquebrajó ante el imperio de tu Reino. 

Sí, Jesús;

Nos has dejado tanto, nos has dado tanto… ¡nos has mostrado a Dios!

Contigo, el último lugar, es primero en el cielo

Contigo, la prueba, es algo a superar

Contigo, el mendigo es rey

Contigo, el rey, es vasallo

Contigo, el pecador recupera la gracia

Contigo, el que se tiene por justo, queda fuera

Contigo, la oveja perdida, volverá al redil

Contigo, el que se marchó, siempre tendrá una habitación en tu casa

Contigo, el que no se hace niño, tendrá difícil su entrada en el cielo

Contigo, el que se las sabe todas, no conoce a Dios

Contigo, el que es ciego, recupera la luz

Contigo, el que ve todo, es incapaz de ver el reflejo de Dios

Contigo, la muerte, es trampolín que nos eleva a la vida

Contigo, el llanto, es agua que purifica nuestras miradas

Contigo, la noche es vencida por el resplandor del día

Contigo, la pasión, el sufrimiento o la muerte 

son notas que preceden al canto de Resurrección.

¿POR QUÉ, HOY EN JUEVES SANTO,

NOS SORPRENDES DE NUEVO, SEÑOR?

Hoy, Jueves Santo, nos sorprendes, Señor

Con tu amor….que es inquebrantable y único, bueno y verdadero

Con tu servicio…que es radical, obediente y todo un ejemplo

Con tu sacerdocio…para que nunca nos falten heraldos de tu Palabra

Manos que se extiendan sobre el pan  y reconcilien a Dios con el hombre

Y a la humanidad con el mismo Dios.

Tal día como hoy, Señor, 

me hiciste sacerdote con defectos y virtudes te doy gracias.

¡GRACIAS, SEÑOR, ERES SORPRENDENTE!

Javier Leoz

 



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