Bienaventurada




"Desde aquella hora, 
el discípulo la recibió 
como algo propio" 
(Jn 19, 25-34)

María nos regala a Jesús; y con Él su amor, su paz, su alegría.
“La Iglesia lleva a Jesús: ¡Este el centro de la Iglesia, llevar a Jesús! Si hipotéticamente, alguna vez sucediera que la Iglesia no lleva a Jesús, ¡esta sería una Iglesia muerta! La Iglesia debe llevar la caridad de Jesús, el amor de Jesús” (Papa Francisco).  


Contigo, María, Madre nuestra queremos aceptar la voluntad del Padre, en aquella obediencia que da fruto, que trae la verdadera victoria sobre el mal y sobre la muerte.

“Ahí tienes a tu madre”.
Es una invitación que se extiende a todos los creyentes.
Debemos recibirla en nuestra casa, hacerla parte de nuestra familia para ayudarnos a vivir fielmente el seguimiento de Jesús



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