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La novedad de Jesús.

 

“Tenéis que nacer de nuevo”.
 
(Jn 3,1-8).

Jesús le revela a Nicodemo la necesidad de nacer de nuevo, de comenzar otra vida en unas claves muy distintas a la vida previa a encontrarse con el Señor. Quien no experimente este encuentro y la novedad radical que produce no ha entendido nada de lo que significa seguir a Jesús.

«Nacer de nuevo», nada tiene que ver con un fenómeno biológico. Es la metanoia que nos propone el Espíritu. Nacer a una vida donde los valores evangélicos sean su pilar y su centro. Es un paso al frente para dejar que el Espíritu sople donde quiera.


«El que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios»
Se trata de nacer en el Espíritu que nos lleva a actuar desde la libertad de los hijos de Dios, sin dejarnos manipular por el ambiente y sabiendo que en nuestro actuar se hace visible la libertad y el amor que Dios nos da.

 

 

Nacer de nuevo lo hace posible el Espíritu. Ponernos en sus manos y dejar, que como el aire, nos mueva para ser diferentes, con otras propuestas, respuestas, gestos, palabras y acciones. Alguien con una historia diferente que construir, la del Evangelio.


Nacer de nuevo es posible para Dios, dejémosle sitio en nosotros. Nuestro deseo de nacer de nuevo será un compromiso de conversión como respuesta al Espíritu.  

Señor, renueva nuestro corazón con tu Espíritu para que podamos vivir según tu voluntad.

"Nacer de nuevo", es "nacer de Cristo Resucitado". 

Imprégnate del Evangelio de vida nueva, y nace del Espíritu.

Estamos llamados a 'nacer de nuevo', a convertirnos, a vivir cada día como hombres y mujeres nuevos el Evangelio.



Nacer es un regalo. No se elige, ni se pide, se nos da. Nacimos a la vida porque Otro nos pensó. Venimos a este mundo por deseo amoroso de Dios. Y al hacernos conscientes de que estamos vivos, nos toca a cada uno decidir qué hacemos con la vida. O vestirnos de gala, con traje de fiesta, y disfrutar de este gran regalo. O pasarnos la vida en el temor, en el miedo, en el egoísmo, en la queja. Nacer de nuevo es volver a elegir hoy la senda del asombro y de la gratitud. Estrenemos este día y llenémoslo de motivos para la alegría.


Tenéis que nacer de nuevo
Nacer de nuevo.  Renacer. En ti.  Comenzar la vida en el Espíritu, de otra manera.  Convertirme.  Volver al origen. En ti.  Comprender el destino: en ti.  Mientras tanto todo hacia ti, para ti. Cuesta.  Sobre todo cuando uno es viejo y no entiende cómo puede nacer de nuevo.  Para Dios no hay nada imposible. Escucho.  Haz en mi, una vez más, maravillas.

Señor, me esfuerzo cada día por seguirte, 
aunque muchos de mi amigos pasen de Ti. 
Busco la verdad y la justicia, como Nicodemo.
Y Tú me pides algo desconcertante: "nacer de nuevo"
¿Nacer de nuevo a mi edad, Señor? 
¡A duras penas consigo corregir mis defectos, 
como para "nacer de nuevo"
Pídeme, Señor, que comparta algo con los pobres. 
Pídeme, Señor, que asuma algún compromiso. 
Estoy dispuesto a hacer cosas por ti y por los demás.
Pero no me pidas "nacer de nuevo". 
No sé qué es "nacer de nuevo". 
No sé cómo podría "nacer de nuevo". 
Me resisto a "nacer de nuevo", 
aunque intuyo que ese es el verdadero camino. 
Rompe las rutinas, las seguridades, 
los apegos que no me dejan "nacer de nuevo"
Ayúdame a entender que yo solo no puedo "nacer de nuevo". Nadie puede darse a luz a uno mismo. 
Sólo Tú, sólo tu Espíritu, 
sólo tu Amor pueden hacer posible que yo "nazca de nuevo". Ayúdame, Señor, a abrirte mi corazón de par en par. 
Ayúdame a dejarme conducir por tu Espíritu. 
Ayúdame a dejarme transformar por tu Amor.


 

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