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¿Qué ves?

 


"Mis ojos “han visto a tu Salvador”, 
a quien has presentado ante todos los pueblos."   
(Lc 2,22-35).

Se acaba el año y os invito a agradecer todas las ocasiones en que hemos visto y oído la presencia del Señor.  Que todo lo vivido y lo que nos queda sea siempre acompañados de su amor.


María y José llevan a Jesús a Jerusalén para presentarlo al Señor. Son judíos piadosos. Más que cumplir con las tradiciones, aprovechan las tradiciones para dar un sentido especial al acontecer de sus vidas. Forman una familia comprometida con sus obligaciones y con su fe en Dios

Jesús es presentado en el templo. Es reconocido por un anciano Simeón. Lo tomó en brazos y lo bendijo. Una oración llena de gratitud, de esperanza y de alabanza. Las palabras a su madre están llenas de profecía y dolor. Un niño que vivirá en la contradicción.


"Luz para alumbrar a las naciones".
El anciano Simeón pronuncia una de las oraciones más bellas del Evangelio. En tiempos de tinieblas necesitamos la luz de Jesús.

Simeón ve al Niño, reconoce la presencia de Dios en Él, sabe que la promesa se ha hecho realidad. ¿Qué ve? Ve un salvador, no alguien que viene a impartir la justicia de los hombres sino la de Dios que es salvación, misericordia y gracia. Ve universalidad, para todos los pueblos, para todas las mujeres y hombres de este mundo.  Ve paz para las pueblos, una manera nueva de relacionarnos, de estar entre nosotros basada en la paz.

 

Señor, dame un corazón humilde y confiado,
como el de Simeón y Ana, como el de María.
Ellos no tenían nada y, precisamente por eso,
se acercaban a Ti, ponían en Ti toda su confianza,
cumplían tu voluntad, observaban la ley.
Señor, líbrame de la idolatría de las riquezas,
no dejes que tenga otro Dios fuera de Ti
y ayúdame a vivir siempre atento a Ti y a tu palabra.
No permitas que confíe demasiado en las personas,
ni siquiera en mis propias fuerzas.
Qué sólo confíe plenamente en Ti.
Ayúdame  a estar siempre disponible para caminar hacia Ti,
para compartir todo lo que tengo con total generosidad,
sin dejarme atar por ninguna propiedad.
Dame sabiduría y fuerza para ser libre de verdad,
para renunciar a todo lo que me aparte de Ti,
para estar abierto del todo a la plenitud de tu Amor.


 

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