Es amor

 


"No he venido a abolir, 
sino a dar plenitud." 
(Mt5,17-37)

Ante la cultura del relativismo, nos urge tener claro, cuál es nuestro Camino, Verdad y Vida. El depósito de la Divina Revelación es camino seguro para nuestra salvación. Vivir.

Algunos escribas y fariseos veían en aquel nuevo predicador un ataque frontal a la Ley de Moisés. Por eso, quiso dejar claro que no venía a abolir sino a dar plenitud. Realmente la novedad de Jesús radica en que el legalismo queda superado por la exigencia del amor, siempre mayor.

Jesús no viene a abolir la ley sino a dar plenitud. Salir del cumplimiento para llegar al amor. No matar es quitar la vida agrediendo verbalmente. Insultar es degradar al otro. Aprender a buscar la reconciliación más allá de las palabras. Con actitudes que den vida


¿Qué hace a la ley más plena? La manera como nos ayuda a amar más a los demás. Si nos ayuda a construir justicia en nuestras relaciones con los demás. La plenitud viene dada de poner al prójimo en el centro del precepto y no al contrario. La lista de preceptos la tenemos que transformar en lista de encuentros con el hermano llenos de gestos de servicio, de entrega, de caridad.

Nos equivocamos si creemos que ser cristiano se reduce a cumplir una lista de normas. Sólo podremos vivirlo desde Cristo. Desde su ejemplo de vida, de amor, de entrega y servicio

No ha venido a que nuestra vida sea un poquito mejor, sino a darle plenitud. Que nuestros días se llenen de sentido, de ser conscientes que todo lo que vivimos es ocasión para amar. No quieres regalarnos migajas de felicidad, sino una alegría que nadie nos pueda quitar. Que no depende de los éxitos o fracasos, de facilidad o sufrimiento, sino de una vida acompañada por aquel que nos regala lo que necesitamos

"Habéis oído que se dijo… Pero Yo os digo…". Jesús no propone leyes más exigentes, sino que va al corazón, fuente de nuestro actuar: no mientas y no necesitarás jurar; ama a tu hermano y no le harás nunca mal. Cuida tu corazón y cuidarás la vida que te rodea.

Que tu gracia me nazca (de nuevo), y tu amor me renazca (de nuevo).


Déjate nacer a un hombre nuevo por pura gratuidad de Dios.

Dios nos ama gratuitamente, dando el primer paso hacia nosotros sin que lo merezcamos; y, por ende, nosotros no podemos celebrar su amor sin dar a nuestra vez el primer paso para reconciliarnos con quienes nos han herido.

Hoy es la Campaña de Manos Unidas  con el lema «Frenar la desigualdad está en tus manos».

 


Si yo fuera limpio de corazón

Si yo fuera limpio de corazón descubriría
Que todos somos obra de Dios, 
llevamos algo de bueno en el corazón.
Que todos valemos la pena, 
y nos queda algo de la imagen de Dios.
Que a todos hay que darles otra oportunidad.
Que todos somos dignos de amor, 
justicia, libertad, perdón.
Que todos somos dignos de compasión, 
respeto y de muchos derechos.
Que todas las criaturas son mis hermanas.
Que la creación es obra maravillosa de Dios.
Que no hay razón para levantar barreras, 
cerrar fronteras.
Que no hay razón para ninguna clase de discriminación.
Que no hay razón para el fanatismo 
y para no dialogar con alguien.
Que no hay razón para maldecir, juzgar y condenar a nadie.
Que no hay razón para matar, ni para el racismo.
Que todos los ancianos tienen un caudal de sabiduría, 
y los jóvenes, de ideales.
Que los adolescentes tienen un caudal de planes, 
y los niños, de amor.
Que las mujeres tienen un caudal de fortaleza, 
y los enfermos, de paciencia.
Que los pobres tienen un caudal de riqueza,
y los discapacitados, de capacidades.
Que hay razón para tender puentes, 
dar a todos la paz, trabajar por la paz,
amar y defender la creación.
Que hay razón para ser hermanos y seguir siendo amigos.
Que hay razón para sonreír a todos.
Que hay razón para dar a todos los buenos días, 
dar a todos la mano,
intentar de nuevo hacerlo todo mejor.
Que hay razón para seguir viviendo, 
para vivir en comunidad.
Que hay razón para prestar un oído a lo que dicen los demás.
Que hay razón para servir, amar, sufrir.
Que hay razón para muchas cosas más.
 

 

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