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Comunión

 

“El Reino ha llegado a vosotros”.  
(Lc 11,15-26)

 

En el Evangelio de hoy, Jesús se encuentra a personas con el corazón cerrado. Los enemigos de Jesús no reconocen las señales del Reino que realiza Jesús y le acusan de ser instrumento de Beelzebú. Sin embargo, les recuerdo que el poder de Dios tiene la última palabra sobre el poder en el mundo

«Todo reino en guerra civil va a la ruina y derrumba» Otro tirón de orejas al testimonio que damos en las redes y en el mundo los cristianos, muchas veces enfrentados entre nosotros y lo único que conseguimos es prepararle el terreno al señor del mal.

Es imprescindible tomar posiciones para impedir que otros las tomen por nosotros. Definirnos sin buscar complacencias para apostar por lo que vale la pena. Luchar contra nuestros propios demonios y dejarnos tocar por el dedo de Dios.

'El Reino de Dios ha llegado a vosotros' Esta es la conclusión de Jesús después de curar a los enfermos, de abrir la mesa a los que no tienen sitio,  de mirar a los ojos a los pecadores y hacer que se pongan de pie, con toda la dignidad del mundo.

Jesús es el poder creador de Dios, la Palabra de Dios. Permanezcamos en su amor. Todo lo podemos en aquél nos acompaña y nos conforta. Con fe y disponibilidad ante el Espíritu, que donde haya odio hagamos brotar el amor; donde haya tristeza, la alegría; donde haya guerra, la paz.

Cristo está allí donde hay necesidad; está presente en los que sufren. El enemigo encierra a los hombres dentro de sí y los incapacita para la comunicación y el encuentro.

La fe es una lucha constante y continua para que reine el bien. ¡Empecemos la lucha de este nuevo día y dejemos que el dedo de Dios nos asista y ayude a no caer en la trampa del Maligno. 

«Todo lo puedo en aquél me conforta».

Únete a la comunidad de Jesús; busca a Jesús en ella. No vivas la fe a solas. Necesitas el fuego y la ternura de los hermanos en la fe.  No puedes vivir la fe a solas.

Pidamos a la Virgen María que vuelva a unir a la Iglesia de su Hijo, todos tan distintos, todos tan de Dios.

Venga tu Reino. Líbranos de las guerras entre hermanos, de las envidias y celos dentro de la comunidad cristiana. Enséñanos el camino de la comunión.


 


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