Preparados
La atención y el interés se activan cuando lo que sucede
nos incumbe. Si juego a la lotería el sorteo de Navidad me interesa y lo sigo
con atención. Convertirme en millonario o seguir con mi vida miserable depende
de la suerte y me tiene atento. Así con todo lo que ocurre. La cercanía del
Señor es tan importante y decisiva que también pide atención. Si la fe no nos
activa la atención y el amor es que se ha vuelto sosa e inoperante. Que el
Adviento nos active la capacidad de atención y de emoción.
"Ven, caminemos a la luz del Señor" (Is 2,1-5) Hoy encendemos la primera vela: una llama pequeña que despierta, que nos sacude la tristeza y nos invita a caminar con gozo. El Adviento empieza… y solo la esperanza tiene permiso para quedarse.
Voy hacia ti, llamado por tu palabra, al inicio de este tiempo de Adviento, tiempo de espera, tiempo de esperanza, tiempo de atención, tiempo de vigilancia, tiempo de poner todo mi ser en expectación, en tensión amorosa, en movimiento. Busco, deseo, me acerco, camino hacia tu luz, que viene como un torrente en crecida a llenarme de todo lo bueno, bello y verdadero que me ofreces cada día.
No hay que temer al fracaso, a la lucha,
al dolor, a los pies de barro
o a la debilidad.
No hay que temer a la propia historia,
con sus aciertos y tropiezos;
ni a las dudas; ni al desamor;
que la vida es así, compleja,
turbulenta, hermosa, incierta.
Pero luchemos
contra la tristeza perenne,
esa que se instala en el alma
y ahoga el canto.
Alimentemos la semilla de alegría
que Dios nos plantó muy dentro.
Que surja, poderosa, la voz esperanzada,
esa que clama en desiertos y montes,
en calles y aulas,
en hospitales,
en prisiones,
en hogares y en veredas.
Cantemos, hasta la extenuación,
la vida del Dios hecho niño,
del Niño hecho Hombre,
del Hombre crucificado
que ha de vencer a la cruz, una vez más.
Nadie va a detener al Amor
que se despliega, invencible,
en este mundo que aguarda.
Aunque aún no lo veamos.
jmolaizola sj



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