Cuenta contigo

 

 

«Dadles vosotros de comer.» 

(Mt 14,13-21).

“Vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos” Esta es la forma que tiene Jesús de mostrar el amor: mirar a la gente, experimentar la compasión en su corazón y sanar a todos los enfermos. Pon en práctica hoy estas tres actitudes de Jesús: mira a la gente, no vayas de prisa y mirándote solo a ti; compadécete, que es una forma mucho más fecunda que el juicio de vivir a las personas; sana a los enfermos con la sonrisa, la mirada, el amor.

¿Cómo curaré con la mirada, 

si no me dejo mirar antes por Ti? 

¿Cómo seré fuente de alegría, 

si Tú antes no abres en mí las fuentes del gozo?

«No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer». Buscamos soluciones a las carencias que encontramos en nuestra propia vida y en la de los demás. Creemos que vendrán de fuera las buenas noticias que necesitamos. Y resulta que están dentro de nosotros la luz y la alegría que necesitamos para cada día. No tenemos que esperar un salvador que venga de fuera. Jesús, nuestro maestro interior y su Espíritu Santo nos dan a cada momento la palabra y el gesto oportuno que ilumina cada situación y pone la paz que demanda el día a día.

«Dadles vosotros de comer.» Jesús multiplica los panes y los peces, mostrando con ello su compasión y su poder. Jesús se compadece de la multitud. No quiere que se la despida y se busquen la manera de comer. Rechaza la indiferencia y la irresponsabilidad. Demuestra a los discípulos que con cinco panes y dos peces, se puede dar de comer.

Dios no necesita de nuestro concurso para realizar sus planes; pero ha querido contar con nuestra colaboración. Buscamos, con frecuencia, soluciones fáciles a los problemas a los que nos enfrentamos. Dios prefiere contar con los seres humanos.

 Señor, ayúdame a confiar en Ti
y a compartir con generosidad lo que tengo para que,
a través de Tus manos, sea bendición para muchos.

Reflexiona sobre cómo Dios puede usar tus pequeños actos de fe para hacer grandes obras. Ora hoy pidiendo la gracia de confiar solamente en su providencia y poder ser generoso con lo que tienes, sabiendo que Él lo multiplicará todo con su inmenso poder.

¿Qué estamos haciendo? Pongamos en sus manos lo que somos y tenemos para que termine el hambre, necesita de nuestra entrega y compromiso.

María, Madre servidora, 

tú que diste tu cuerpo para dar vida al Pan del cielo, 

enséñanos a ser generosos 

con nuestros dones.
Ayúdanos  a ver la necesidad 

del otro, 

y  a no quedarnos indiferentes.
Que escuchemos las palabras de Jesús: «Dadles vosotros de comer»,y respondamos como tú:
«Hágase en mí según tu Palabra.» Amén.