Ir al contenido principal

El Proyecto de Amor

 


"Pues lo que Dios ha unido, 
que no lo separe el hombre." 
(Mc10,2-16).

Las preguntas trampas siempre buscan dejar en mal lugar al que responde. El Proyecto de Amor sigue siendo la propuesta. El Proyecto de Amor sigue siendo la respuesta.

El ser humano reta el proyecto de Dios cuando no encaja en sus expectativas. El matrimonio es un don de Dios para que el hombre y la mujer vivan unidos en el amor, experimenten el gozo de la entrega y sean felices. La dureza de corazón rompe los designios de Dios.

Tenemos que tener fe para descubrir que es Dios quien nos une a personas concretas. No somos nosotros y nuestros encantos los que los adquirimos. Esa dimensión del "don" que supone cada persona es lo que nos hace valorarlas y cuidarlas. Si no hay esa fe es normal que nos veamos reemplazables, como los objetos que dejan de sernos útiles y acaban en un contenedor. No somos objetos útiles, somos presencia real del Dios que nos ha creado.


"Dejad que los niños se acerquen a mí"
Al Señor no le molestan los pequeños, sino los grandes y poderosos. Él puso en medio de sus discípulos a un niño, para que abandonaran la idea de ser los primeros y más importantes y descubrieran que sólo siendo pequeños, como un niño, se puede entrar en Él reino de las cielos.


Jesús abraza y bendice a los niños, no sólo a ellos, también a ti y a mi, a casa hombre y mujer de este mundo. Esta es la propuesta, abrazar y bendecir. Los fariseos andan con la ley y Él habla de amor, de unidad, de compartir, de igualdad, de respeto.

Abrazar es abrir los brazos y dejar sitio al otro. Bendecir es hablar bien, es que se sienta amado por Dios y se ame. Esta es la tarea, bendecir y abrazar.

 

LA ÚNICA PREGUNTA

La única pregunta
será por el amor.
Si fue historia.
Si fue entrega.
Si fue reflejo
del bien primero
que Dios siembra
en nuestra entraña.
Si fue vida compartida.
Si fue risa,
si fue llanto.
Si fue perdón,
y fue escuela.
Si fue herencia,
recibida y traspasada.
Si fue fuente
y fue destino.
Si fue nuestro modo
de ser humanos.
Nada quedará al final,
sino el amor.

Pero donde queda el amor,
todo permanece


JM Rodríguez Olaizola
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

SAN JOSÉ

Salve, José, amante y tierno padre. Salve, guardián de nuestro Redentor. Esposo fiel de tu bendita Madre y salvador del mismo Salvador. Al buen Jesús pudiste ver sin velo y sobre ti sus miembros reclinó. Al Hacedor de tierra, mar y cielo con cuánto amor le besas y te besó. ¡Oh, qué feliz el nombre de Hijo que dabas! Ninguno fue por Dios tan encumbrado como tú, José. ¡Oh, fiel guardián de nuestro Redentor! Dichoso aquél, José, que tú proteges y el que con fe te invoca en la aflicción, jamás, jamás lo dejas sin amparo y protección. ¡Oh, San José, amante y tierno padre, santo sin par y espejo de virtud! Haznos amar a la divina Virgen y a nuestro Dios y Salvador. “Protege, oh bienaventurado José, protégenos en nuestras tribulaciones. Defiéndenos de las asechanzas del demonio, protégenos con tu patrocinio, y ayúdanos y sostennos con tu auxilio para que podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza”. (León XIII)

Gracias, Señor.

El titulo de esta entrada me la ha do el Papa Francisco esta mañana en su tuit  @ Pontifex_es Termina un año y estamos a punto de comenzar uno nuevo. Se cierra un libro y empieza un nuevo libro con las paginas en blanco. Hoy es un buen momento para hacer balance del año, pedir perdón, dar gracias y pedir ayuda.  En el año que termina ha habido de todo, pero la certeza del amor de Dios ha estado conmigo todos los días. Su ternura la he sentido muchas veces, y muchas veces su mano me ha levantado. Gracias, Señor porque no termino el año sólo y el nuevo lo puedo empezar contigo. Por eso yo no le pido nada al 2015, yo se lo pido a Dios. En tus manos Señor pongo mi vida en este nuevo año 2015

La familia según el papa Francisco

100 consejos de papa Francisco a las familias que se encuentran esparcidos en las catequesis pronunciadas entre diciembre de 2014 hasta septiembre de 2015.   1.   “Permiso”, “gracias”, “perdón”.   En efecto, estas palabras abren camino para vivir bien en la familia, para vivir en paz. Son palabras sencillas, pero no tan sencillas de llevar a la práctica. Encierran una gran fuerza: la fuerza de custodiar la casa, incluso a través de miles de dificultades y pruebas; en cambio si faltan, poco a poco se abren grietas que pueden hasta hacer que se derrumbe (13 de mayo de 2015). 2. La primera palabra es “permiso” (…) Entrar en la vida del otro, incluso cuando forma parte de nuestra vida, pide la delicadeza de una actitud no invasora, que renueve la confianza y el respeto. La confianza, en definitiva, no autoriza a darlo todo por descontado. Y el amor, cuando es más íntimo y profundo, tanto más exige   el respeto de la libertad y la capacida...