Los justos

 


"La buena semilla son los ciudadanos del Reino."
(Mt 13,36-43).

Esa es nuestra misión para el día de hoy: constructores del Reino. Se crea desde dentro hacia fuera. El Reino no está aquí o allí. No es algo que nos encontramos terminado ni evidente. Se va dando en un proceso creciente. Nace del corazón agradecido y acompañado. Nace de la mirada acogedora y compasiva. Nace de la cercanía y el cuidado de los demás. Y cuando miramos el fruto de nuestra vida reconocemos un montón de nombres por los que hemos dado la vida. Esos frutos permanecen para siempre.

Jesús esparció su reino de Vida y Luz en los corazones de la gente. La cizaña y el trigo crecen juntos, se separarán en la cosecha. No lo sabemos distinguir, por lo tanto no podemos hacer de jueces. Jesús se goza con los que han vivido las bienaventuranzas. Es la alegría de la santidad que se extiende por toda la tierra. Contempla a Jesús, sigue los caminos de su evangelio, y te brillarán los ojos, quedarás radiante.

Por mucho que las injusticias y las agresiones a la dignidad humana escurezcan la historia de la humanidad, no podemos perder la convicción de que realmente triunfará el bien sobre el mal, la vida sobre la muerte, y que los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre.

Señor, te doy gracias por los frutos de amor
que has infundido en mi vida.
Ayuda a que la luz de tu Palabra brille en mí
y resplandezca en el mundo.
 

 


 

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