Ir al contenido principal

¡Anuncia!

 

"Él se presentó en medio de ellos"  
(Lc24,35-48).

“¿Acaso no podía el Señor resucitar sin las cicatrices? Sin duda, pero sabía que en el corazón de sus discípulos quedaban heridas, y para sanarlas conservó las cicatrices en su cuerpo”, San Agustín


Jesús se presenta en medio de la comunidad. Les desea la paz cuando están aterrorizados y llenos de miedo. Les pregunta por qué surgen dudas. Para resolverlas, les invita a tocarlo, a reconocerlo, pero no terminan de creer. La fe es apertura al Misterio.

Igual que a los discípulos, también hoy, cuando se nos presenta Jesús resucitado, nos cuesta reconocerlo. Pero está ahí: en manos, en caminos, en paisajes. ¿Atraviesas las apariencias para reconocerlo? ¿Qué harías si en este mismo instante vieras a Jesús delante de ti? Imagina escuchar unos pasos cerca y, al levantar la cabeza... encontrarte con su rostro. ¿Cómo reaccionarías?


¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona". 
Jesús convierte el lugar del dolor en el sacramento de su máximo amor. Muestra las llagas de su pasado, no con afán victimista, sino como espacio dónde Dios actúa y resucita su vida. Feliz herida que Dios convierte en salvación. Es la mayor prueba de la acción de Dios. No busca personas intachables ni perfectas. Busca corazones humildes que se dejen renovar y sanar gracias al amor todopoderoso de Dios.


El Señor se hace presente en la comunidad y se sienta a la mesa con sus discípulos.  Es un lugar de encuentro, de compartir, de presencia, de invitación, de escucha, de alimento, de dar y darse, de recibir, de familia…

El Señor Resucitado siempre se presenta en medio de sus discípulos. Es la experiencia crucial de sus seguidores. Sólo después de sentirle presente, vivo y en necio de ellos, es cuando los suyos se ven transformados en testigos, en evangelizadores. Así son movidos por el Espíritu.

¡Jesús es la paz, que nos da libertad y vida en plenitud! ... ¡Tú eres testigo, anda y anuncia!


Todo cristiano hoy está llamado a convertirse en auténtico testigo de Jesús, reviviendo en sí mismo el misterio pascual. Su formación cristiana es completa cuando su vida se abre generosamente a la obra de evangelización y salvación de sus hermanos.

 

 

Atravesar las apariencias

Podemos estrechar
miles de manos,
y quedar solos,
llenos de sensaciones
en el borde de la piel.
Una sola mano,
y sentir en ella
el calor del absoluto.

Podemos recorrer
muchos caminos,
y quedar sin futuro
llenos de metros
en la planta de los pies.
Podemos dar
un solo paso,
y anticipar en él
el gozo de la meta.

Podemos mirar
muchos paisajes,
y quedar vacíos
llenos de imágenes
en la superficie del color.
Podemos contemplar
un solo horizonte,
y ver asomarse en él
la plenitud del infinito.

(Benjamín G. Buelta, SJ)


 

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

SAN JOSÉ

Salve, José, amante y tierno padre. Salve, guardián de nuestro Redentor. Esposo fiel de tu bendita Madre y salvador del mismo Salvador. Al buen Jesús pudiste ver sin velo y sobre ti sus miembros reclinó. Al Hacedor de tierra, mar y cielo con cuánto amor le besas y te besó. ¡Oh, qué feliz el nombre de Hijo que dabas! Ninguno fue por Dios tan encumbrado como tú, José. ¡Oh, fiel guardián de nuestro Redentor! Dichoso aquél, José, que tú proteges y el que con fe te invoca en la aflicción, jamás, jamás lo dejas sin amparo y protección. ¡Oh, San José, amante y tierno padre, santo sin par y espejo de virtud! Haznos amar a la divina Virgen y a nuestro Dios y Salvador. “Protege, oh bienaventurado José, protégenos en nuestras tribulaciones. Defiéndenos de las asechanzas del demonio, protégenos con tu patrocinio, y ayúdanos y sostennos con tu auxilio para que podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza”. (León XIII)

Gracias, Señor.

El titulo de esta entrada me la ha do el Papa Francisco esta mañana en su tuit  @ Pontifex_es Termina un año y estamos a punto de comenzar uno nuevo. Se cierra un libro y empieza un nuevo libro con las paginas en blanco. Hoy es un buen momento para hacer balance del año, pedir perdón, dar gracias y pedir ayuda.  En el año que termina ha habido de todo, pero la certeza del amor de Dios ha estado conmigo todos los días. Su ternura la he sentido muchas veces, y muchas veces su mano me ha levantado. Gracias, Señor porque no termino el año sólo y el nuevo lo puedo empezar contigo. Por eso yo no le pido nada al 2015, yo se lo pido a Dios. En tus manos Señor pongo mi vida en este nuevo año 2015

La familia según el papa Francisco

100 consejos de papa Francisco a las familias que se encuentran esparcidos en las catequesis pronunciadas entre diciembre de 2014 hasta septiembre de 2015.   1.   “Permiso”, “gracias”, “perdón”.   En efecto, estas palabras abren camino para vivir bien en la familia, para vivir en paz. Son palabras sencillas, pero no tan sencillas de llevar a la práctica. Encierran una gran fuerza: la fuerza de custodiar la casa, incluso a través de miles de dificultades y pruebas; en cambio si faltan, poco a poco se abren grietas que pueden hasta hacer que se derrumbe (13 de mayo de 2015). 2. La primera palabra es “permiso” (…) Entrar en la vida del otro, incluso cuando forma parte de nuestra vida, pide la delicadeza de una actitud no invasora, que renueve la confianza y el respeto. La confianza, en definitiva, no autoriza a darlo todo por descontado. Y el amor, cuando es más íntimo y profundo, tanto más exige   el respeto de la libertad y la capacida...