«Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos;
conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres».
(Jn 8,31-42)
Dos propuestas que
forman parte de nuestra fe: permanecer y ser discípulos. Una afirmación que
cambia la vida cuando la haces realidad en ti: la verdad os hará libres. ¿Cómo
conocer la verdad? Siendo de la Verdad. Él es la Verdad. Nos hace libres. Ser
de la verdad es conocerle, seguirle y permanecer unidos a Él.
"Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán.
Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre" En la partida de
nacimiento del registro civil se dice que soy hijo de mis padres Pero en la
partida de Bautismo, aparece la verdad: soy hijo de Dios Ahí es nada
La verdad no es conquista ni posesión. Es encuentro. Quien
cree en Jesús y permanece en él, conoce la verdad. La verdad nos hace libres
cuando la buscamos por encima de la hipocresía y del quedar bien para gustar.
No se puede avasallar la verdad ni silenciar.
La verdadera libertad excede nuestras posibilidades de ser
libres. Necesitamos ser liberados. Y precisamente, si Cristo nos ha liberado es
para que verdaderamente seamos libres. Todo lo demás es engañar o engañarnos.
Como decía Erick From, seguimos teniendo "miedo a la libertad".
Nos
regalas Señor conocer la verdad,
algo que sólo puede hacer Dios.
Nos
haces participar en tu propia libertad:
nos quieres libres, no esclavos.
Eres el impulso continuo para que no bajemos los brazos,
para que no
nos instalemos en la mediocridad ni en la resignación.
Que acojamos
tanto impulso vital que nos lleva a dar la vida
por los demás, como tú.
«La verdad os hará libres» Es la verdad que nace de una vida
sincera que reconoce cuando se equivoca y se esfuerza en cambiar, y en ese esfuerzo
esta la libertad que da el cumplir la voluntad del Padre que nos envía a
anunciar la vida plena a los hombres y mujeres que nos rodean.
Jesús hombre libre
Nosotros tenemos tu
secreto.
Podremos ser como
tú.
Felices seremos si
recibimos tu mensaje.
Es un mensaje en
clave,
por eso el mundo no
lo entiende.
Tampoco nosotros
seremos comprendidos
si acertamos a
cumplirlo en nuestras vidas.
¿Podremos llegar a
entenderlo?
Tú nos aseguras que
seremos libres
si las riquezas no
nos atan,
si sabemos
compartir con los demás,
si aguantamos las
ofensas sin vengarnos,
si sentimos en
nosotros las desgracias ajenas,
si buscamos la
justicia
por encima de
nuestros intereses,
si tratamos de
comprender y perdonar,
si nuestra mirada y
nuestro corazón son limpios,
si ponemos paz en
nuestro interior y en derredor nuestro,
si nos desprecian y
persiguen por obrar rectamente,
si interpretan mal
el bien que hemos hecho.
Jesús, es sencillo,
pero nada fácil.
Por eso pedimos tu
ayuda.
Lo que nosotros no
podemos,
que tu Espíritu lo
realice en nosotros,
para que cada día
nos sintamos más libres
y nos vayamos
pareciendo a Ti.
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