Ir al contenido principal

Para ser...

 

"El que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, 
y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo."    
(Mt 20,20-28)

¡Qué bien describen a Jesús estas palabras! Vino para dar vida a todos. Dio vida sirviendo a todos. Jesús está a tu servicio, dándote lo mejor. Asómbrate de la locura de ese amor.

La pregunta a la que debemos darle respuesta cada día es la que Jesús hoy hace a la madre de los Zebedeos: ¿Qué deseas? Los deseos hay que educarlos. Todo buen deseo debe pasar por la criba del servicio y de la entrega. Sólo así será verdadero bueno y hará bien.

Hoy es una buena ocasión para preguntarnos qué es triunfar. ¿Qué es tener éxito? ¿Lograr deslumbrar o iluminar desde las actitudes de servicio y de cercanía? ¿Acumular admiradores o encontrar compañía para el camino diario?

Santiago nos enseña a vivir en modo peregrino. Ligeros de equipaje, dispuestos a acoger con alegría los imprevistos de cada día. Buen camino.


«El que quiera ser grande que sea vuestro servidor» Debemos recordar que ministro significa el que sirve, y sirve a los demás, no a sí mismo. El Apóstol nos anuncia que para ser el primero debemos ser capaces de luchar para que el camino lo recorramos llevando el bien.

El mal de nuestro mundo, también de nuestra Iglesia, es buscar los primeros puestos: figurar, aparentar, vivir en la ostentación no casa con el estilo de Jesús. Él no vino a ser servido sino a servir. Nosotros afianzamos nuestra identidad de seguidores de Jesús en el servicio.

A partir del bautismo hemos sido llamados a ser testigos para transformar el mundo. Pero esta transformación sólo la lograremos si somos capaces de ser servidores de los demás

Todos necesitamos encontrar un sentido, un horizonte, una meta. La búsqueda que miles de peregrinos siguen realizando en el camino de Santiago, es la del hombre que mira dentro de sí mismo y decide emprender el viaje de vuelta a casa. Y en ese peregrinar, Jesús es Camino y guía.

Mi vida, tu camino. Mi camino, Tu vida.

 


Peregrinos

Todos somos peregrinos
a veces sin saberlo.
Estamos de paso
en la historia,
en las vidas que se cruzan,
y en lugares que habitamos.
No los poseemos.
No los dominamos.
No los retenemos.
Solo podemos agradecer
el tiempo que se nos da,
los nombres amados,
la misión recibida.
Peregrinos, nunca solos,
rodeados del Misterio
y abiertos a lo eterno.
Nuestra huella, si acaso,
ha de dejar sembradas
semillas de fe y justicia.
En nuestro viaje
toma cuerpo
una encarnación distinta
que culminará, ya resucitados,
en el último abrazo,
con todos los caminantes
que ya han llegado a la meta.


(José María R. Olaizola, sj)

 


Comentarios

Entradas populares de este blog

SAN JOSÉ

Salve, José, amante y tierno padre. Salve, guardián de nuestro Redentor. Esposo fiel de tu bendita Madre y salvador del mismo Salvador. Al buen Jesús pudiste ver sin velo y sobre ti sus miembros reclinó. Al Hacedor de tierra, mar y cielo con cuánto amor le besas y te besó. ¡Oh, qué feliz el nombre de Hijo que dabas! Ninguno fue por Dios tan encumbrado como tú, José. ¡Oh, fiel guardián de nuestro Redentor! Dichoso aquél, José, que tú proteges y el que con fe te invoca en la aflicción, jamás, jamás lo dejas sin amparo y protección. ¡Oh, San José, amante y tierno padre, santo sin par y espejo de virtud! Haznos amar a la divina Virgen y a nuestro Dios y Salvador. “Protege, oh bienaventurado José, protégenos en nuestras tribulaciones. Defiéndenos de las asechanzas del demonio, protégenos con tu patrocinio, y ayúdanos y sostennos con tu auxilio para que podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza”. (León XIII)

Gracias, Señor.

El titulo de esta entrada me la ha do el Papa Francisco esta mañana en su tuit  @ Pontifex_es Termina un año y estamos a punto de comenzar uno nuevo. Se cierra un libro y empieza un nuevo libro con las paginas en blanco. Hoy es un buen momento para hacer balance del año, pedir perdón, dar gracias y pedir ayuda.  En el año que termina ha habido de todo, pero la certeza del amor de Dios ha estado conmigo todos los días. Su ternura la he sentido muchas veces, y muchas veces su mano me ha levantado. Gracias, Señor porque no termino el año sólo y el nuevo lo puedo empezar contigo. Por eso yo no le pido nada al 2015, yo se lo pido a Dios. En tus manos Señor pongo mi vida en este nuevo año 2015

Santa Teresa de Calcuta

UN ÁNGEL EN LA TIERRA   SEÑOR ENSÉÑANOS A AFRONTAR  LAS LUCHAS DE LA VIDA DIARIA “Señor crucificado y resucitado, enséñanos a afrontar las luchas de la vida diaria, para que vivamos en una mayor plenitud. Tú has acogido humilde y pacientemente los fracasos de la vida humana, como los sufrimientos de tu Crucifixión, así pues, ayúdanos a vivir las penas y las luchas que nos trae cada jornada como ocasiones para crecer y asemejarnos más a Ti. Haznos capaces de afrontarlas pacientemente y con coraje, llenos de confianza en tu apoyo”. (Santa Madre Teresa de Calcuta) "Líbrame, Jesús mío, del deseo de ser amada, del deseo de ser alabada, del deseo de ser honrada, del deseo de ser venerada, del deseo de ser preferida, del deseo de ser consultada, del deseo de ser aprobada, del deseo de ser popular, del temor de ser humillada, del temor de ser despreciada, del temor de sufrir rechazos, del temor de ser calumniada, del temor de ser olv...