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Nos va guiando

 


"Cuando venga el Espíritu de la verdad, 
os comunicará lo que está por venir" 
(Jn    16, 12-15)

 Cristo tiene todavía muchas cosas por decirte. Él quiere hablarte al oído, al corazón. Quiere verte a los ojos y, con sólo su mirada, decirte que te ama. Él es el Maestro, el Señor. Y sus palabras son palabras de vida eterna, alimento para nuestras almas.

Nuestro momento es el tiempo del Espíritu Santo, confiemos en Él, dejémosle sitio a Él en nuestro proyecto de vida. El Espíritu Santo es Dios en la comunidad, en medio de los que creemos en Jesucristo. "Cuando venga el Espíritu de la verdad nos guiará"


El Espíritu de la verdad es quien nos guía hasta la verdad plena. Una verdad que se nos regala en un mundo de tanta mentira, apariencia, palabras bonitas. Una verdad que confronta nuestras propias mentiras, autoengaños, hipocresía. Que nos revela quienes somos.

El Espíritu nos acerca a la verdad de Jesús, centro y meta del universo; nos empuja a recorrer terrenos inexplorados de la verdad de Jesús. En cada época nos sorprende con nuevos aspectos de su Evangelio. La verdad de Cristo, que el Espíritu Santo nos enseña y nos dona, atañe para siempre y totalmente nuestra vida cotidiana.

Te bendigo y te alabo, Padre, por haber puesto tu Espíritu en la persona humana.

Danos tu Espíritu
Danos tu Espíritu, Señor.
Donde no hay Espíritu, no puede brotar la vida.
Danos tu Espíritu, Señor.
Donde no hay Espíritu, lo único posible es el miedo.
Danos tu Espíritu, Señor.
Donde no hay Espíritu, aparecen los fantasmas.
Danos tu Espíritu, Señor.
Donde no hay Espíritu, la rutina lo invade todo.
Danos tu Espíritu, Señor,
Donde no hay Espíritu, no podemos reunirnos en tu nombre.
Danos tu Espíritu, Señor.
Donde no hay Espíritu, se olvidan las cosas esenciales.
Danos tu Espíritu, Señor.
Donde no hay Espíritu, no puede haber esperanza. 

 


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