Ir al contenido principal

Líbrame



«Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos» 
(Mc 7, 31-37)

En plena era de la comunicación, estamos más sordos y mudos que nunca.

Nosotros somos los ciegos, los sordos y los mudos.

La pregunta es si queremos ver, oír, y hablar… porque todo ello viene con una carga innegociable de hondura, compromiso y exigencia.

¡Sal de tu aislamiento!

¡Acércate a los demás, a su realidad, a sus sufrimientos!

La sordera nos hace insensibles a las voces de quienes sufren injusticias.

La falta de palabra nos hace cómplices, cobardes, conformistas, egoístas. 


 

Necesitamos de nuevo ese «Effetá» que toque no sólo nuestros oídos y labios, sino lo hondo de nuestro corazón, que abra de par en par nuestra vida a Dios y a los hermanos...

El Señor nos “Abre” para salir de nosotros mismos y dejarnos tocar los oídos, la lengua y el corazón.

'Effetá' 

Abrirse a las propuestas de los otros, a aquello que nos hace sentir, al encuentro que enriquece, a la vida compartida. Abrirse para darnos sin medida, para escuchar al que sufre y reír con el que desea compartir la alegría.

«Effetá».

Es decir, ábrete.

Tantas puertas, corazones y estructuras necesitan hoy en nuestro mundo y nuestra Iglesia tu apertura...

Rompe los candados que nos separan, nos aíslan y nos encierran.

Abramos los oídos para escuchar atentamente al Señor; soltemos la lengua para anunciar todo lo que ha hecho en nuestra vida.

Coloquio de liberación

Señor Jesús, te lo pido: líbrame de ser mudo.
Líbrame de aquello que no puedo decir, por miedo.
Líbrame también de mi sordera: de no saber escuchar, por indiferencia.
Líbrame de todos mis prejuicios, que me hacen excluir y marginar a otros.
Como el hombre mudo del Evangelio, también quiero que te acerques a mí.
Toca también mi lengua y mis oídos
y pronuncia tu palabra de liberación en mí: ¡Effetá, Ábrete!
Dame confianza para comunicarme con los demás con sinceridad.
Pero sobre todo dame fuerza para hablar de Ti al mundo.
Dame tu Gracia para crecer en capacidad para escuchar y anunciar Tu verdad.
Señor, ya libre de mis miedos, me pides hablar de Ti a los que no te conocen.
Me envías, siguiendo tu ejemplo, para poder acompañar dolores y sufrimientos,
para transmitir tu Evangelio,
y para ayudarte a construir un mundo de unión, respeto y dignidad.
Te doy gracias, Señor, por ser un discípulo liberado.
Dame tu Amor y Gracia,
para poder amar y liberar a otros.

(Gabriel Roblero sj)


 

Comentarios

Entradas populares de este blog

SAN JOSÉ

Salve, José, amante y tierno padre. Salve, guardián de nuestro Redentor. Esposo fiel de tu bendita Madre y salvador del mismo Salvador. Al buen Jesús pudiste ver sin velo y sobre ti sus miembros reclinó. Al Hacedor de tierra, mar y cielo con cuánto amor le besas y te besó. ¡Oh, qué feliz el nombre de Hijo que dabas! Ninguno fue por Dios tan encumbrado como tú, José. ¡Oh, fiel guardián de nuestro Redentor! Dichoso aquél, José, que tú proteges y el que con fe te invoca en la aflicción, jamás, jamás lo dejas sin amparo y protección. ¡Oh, San José, amante y tierno padre, santo sin par y espejo de virtud! Haznos amar a la divina Virgen y a nuestro Dios y Salvador. “Protege, oh bienaventurado José, protégenos en nuestras tribulaciones. Defiéndenos de las asechanzas del demonio, protégenos con tu patrocinio, y ayúdanos y sostennos con tu auxilio para que podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza”. (León XIII)

Gracias, Señor.

El titulo de esta entrada me la ha do el Papa Francisco esta mañana en su tuit  @ Pontifex_es Termina un año y estamos a punto de comenzar uno nuevo. Se cierra un libro y empieza un nuevo libro con las paginas en blanco. Hoy es un buen momento para hacer balance del año, pedir perdón, dar gracias y pedir ayuda.  En el año que termina ha habido de todo, pero la certeza del amor de Dios ha estado conmigo todos los días. Su ternura la he sentido muchas veces, y muchas veces su mano me ha levantado. Gracias, Señor porque no termino el año sólo y el nuevo lo puedo empezar contigo. Por eso yo no le pido nada al 2015, yo se lo pido a Dios. En tus manos Señor pongo mi vida en este nuevo año 2015

La familia según el papa Francisco

100 consejos de papa Francisco a las familias que se encuentran esparcidos en las catequesis pronunciadas entre diciembre de 2014 hasta septiembre de 2015.   1.   “Permiso”, “gracias”, “perdón”.   En efecto, estas palabras abren camino para vivir bien en la familia, para vivir en paz. Son palabras sencillas, pero no tan sencillas de llevar a la práctica. Encierran una gran fuerza: la fuerza de custodiar la casa, incluso a través de miles de dificultades y pruebas; en cambio si faltan, poco a poco se abren grietas que pueden hasta hacer que se derrumbe (13 de mayo de 2015). 2. La primera palabra es “permiso” (…) Entrar en la vida del otro, incluso cuando forma parte de nuestra vida, pide la delicadeza de una actitud no invasora, que renueve la confianza y el respeto. La confianza, en definitiva, no autoriza a darlo todo por descontado. Y el amor, cuando es más íntimo y profundo, tanto más exige   el respeto de la libertad y la capacida...