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¿A quién buscamos?



«Y, ¿qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?». 
Respondió Jesús: «La obra de Dios es esta: que creáis en el que él ha enviado». (Jn 6,22-29)
 
¿Por qué seguimos al Señor?
Por el interés, te quiero como Andrés.
En ocasiones, este es nuestro modo de relacionarnos con las personas y con Dios.
 
Busquemos al Señor para vaciarnos, para darnos más que para saciarnos.
En ello está la vida en juego.
Busquemos al Señor para que nos cambie la vida, para que nos llene de su presencia, para que su Palabra nos ilumine y quite de nosotros el miedo
 
Jesús nos invita a que amemos de manera absolutamente desinteresada: nos invita a que el bien del otro sea lo único que nos mueva. 
Sin buscar nada a cambio.
Merece la pena intentarlo.
Podemos estar absolutamente seguros de que no quedaremos defraudados.
 
"¿Y qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?"
Lo primero creer en el enviado como Hijo de Dios, y a partir de ahí esforzarnos en trabajar para que el Reino se muestre en un mundo más amable, más sencillo, más humano.
 
No se trata solo de hacer cosas. Se trata de desde dónde nacen esas acciones.
"El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor, el servicio"

Jesús propone una transformación radical interior, una inversión de los valores, un cambio personal viviendo la experiencia del amor fraternal



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