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Paz en el Señor.




“Tened valor: yo he vencido al mundo”. 
(Jn 16, 29-33) 

Ante las dificultades que se nos presentan en el mundo y dentro de nuestro corazón, ¡ánimo!, confía, ten valor.
El Señor nos asegura que en medio de cualquier tormenta tendremos paz en Él.
Su Espíritu nos fortalece y nos mantiene firmes en la Cruz.
Jesús ha vencido al mundo.

¡Ni siquiera hemos oído hablar del Espíritu Santo! (Hch 19, 1-8)
Ven, Espíritu Santo,
y enséñame a rezar.
Dame tu fuerza para combatir la injusticia
y ayuda a los que sufren pobreza y pasan hambre.
Ven, Espíritu consolador,
devuelve la esperanza a los que viven
aplastados por el dolor.
Ven, Señor que das vida,
y traes alegría a los que sobreviven
en la crueldad de la guerra y de la violencia.
Ven, Espíritu de amor,
hazte presente en el corazón de mi vida diaria,
en mis amistades, en mi servicio,
en mi trabajo.

El mundo nos ofrece –bajo apariencia de felicidad– falsas seguridades y sucedáneos de amor y de paz que nos esclavizan.
Cristo –bajo la apariencia de debilidad y fracaso– nos entrega su misma vida, un amor que libera y sacia nuestro corazón.

La paz es una conquista que requiere esfuerzo y encuentro. 
Mirar más allá del momento y las circunstancias. 
Aceptar lo que no se puede cambiar. 
Creatividad para creer y crear.
Discernimiento para decidir.
Esperanza para soñar. 
Amor para gastar.

La paz de saber que Dios no abandona nunca.
Una paz de saberse querido siempre.
Una paz que se construye en la misericordia y el perdón.
Una paz que irradia confianza y valentía, que vence el miedo para anunciarle.

Señor, gracias por darme fe, esperanza y caridad, el día de mi bautismo, para hacerme capaz de obrar el bien, por amor a Ti y a los demás.
Qué serenidad y confianza me da saber que Tú has vencido al mundo y estás conmigo, dándome esa paz podré irradiarla al mundo.


Abandonarme en ti…
dejar que las cosas
sigan su rumbo incierto…
Abandonarme en ti…
creer que todo está solucionado
con tan sólo pensar en Ti
Abandonarme en ti…
sentir tu presencia
y olvidarme de las angustias
Abandonarme en ti…
quisiera hacerlo pero mi condición humana
y pecadora me lo impiden…
Perdóname Señor
por no abandonarme en ti…
es que hay tantas cosas en mi mente
y en mi corazón, tantos problemas
que tengo que solucionar…
Abandonarme en ti…
Hoy me abandono en ti,
me olvido de mi mismo
para sólo estar en tu presencia,
para sentir tu abrazo y tu sosiego.
Abandonarme en ti…
Toda mi vida es tuya y todo lo que hay en ella,
hazlo mejor y ayúdame a entender
que todo lo que tengo que hacer es…
ABANDONARME EN TI…

Beatriz Esparza

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