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Testigos en medio del mundo








“Rogad al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies” 
(Mt 9, 35 - 10, 1. 5a. 6-8.)

Ojalá nosotros tuviéramos también esa mirada hacia quienes nos rodean
Resulta bello y hermoso un Evangelio:
Donde Jesús se siente heridos en su corazón por la condición de la gente.
Donde Jesús se siente tocado por la vida de los débiles.
Donde Jesús hace suya la causa de los que nadie se preocupa.
¿No te dice nada un Jesús que ordena a los suyos:
Curad enfermos.
Resucitad muertos.
Limpiad leprosos.
Echad demonios.
“Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis”?
Esa es la misión de la Iglesia.
Esa es la misión del creyente.
Esa es tu misión.
Y un reto por delante: 
¿Dónde estamos? 
¿Estamos donde Jesús quiere que estemos?
¿Cuánta gente anda hoy también descarriada?
¿Cuánta gente anda hoy sin pastores que la guíen?
La misión que tenemos todos los cristianos es propagar la misericordia y la compasión de Dios y haced saber al mundo de que Dios ha venido a hacerse cargo del sufrimiento del hombre.
La mies es abundante. ¿dónde está la mies, dónde está el trabajo, donde está la misión? 
Está en cada persona, especialmente en las más pobres, en las que están cansadas y abandonadas, en las descarriadas y enfermas, en las que no conocen el amor de Dios-Buen Pastor. 
¡Que cerca está la misión que Dios nos da y cuánto nos cuesta verla!
Parece que empleamos demasiadas fuerzas en encontrar excusas para no ir a la mies!

Jesús nos invita a ser “Iglesia en salida”, a salir al encuentro de la gente.          

Al terminar esta primera semana de Adviento, pregúntate: ¿cuál debe ser mi respuesta ante esa llamada?           
Y, sobre todo, ¿soy capaz de escucharla?

      "Ayúdame Señor a descubrir la mies en la que quieres que trabaje"
     "Líbrame Señor de todas las excusas que no me dejan trabajar en la mies"
     "Gracias Jesús por contar conmigo"



Ven Señor Jesús

Ven Señor Jesús para que podamos
sintonizar con tu compasión y hacernos
compasión para nuestros hermanos.
Ven Señor Jesús para que miremos
con tus ojos la mies ya madura y trabajemos
para que no se pierda por descuido.
Ven Señor Jesús para que sintamos
la seguridad de ser escuchados e
n nuestras plegarias por todos los hombres.
Ven Señor Jesús para que en comunión
de amor con tu palabra seamos fieles
testigos de tu amor en medio del mundo.

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