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Enséñanos a escuchar...




«Marta, Marta, andas inquieta 
y preocupada con muchas cosas; 
solo una es necesaria. 
María, pues, 
ha escogido la parte mejor, 
y no le será quitada» 
(Lc 10, 38-42)


Jesús nos enseña a distinguir lo importante de lo necesario. Y solo hay una cosa necesaria:
'La mejor parte' es Él, las dos le tienen... pero María sabe pararse, disfrutarlo, escucharle y convertirlo en el centro de lo que hace. Cuando estamos con Él todo lo demás es secundario, nuestro afán es ser con Él.
Acompasar el corazón al de Dios para saber qué es lo importante en medio de tantas urgencias
Que nada ni nadie te robe la paz interior, la paz que sólo Dios puede poner en el corazón. Dejar que su Palabra repose en lo hondo del ser y nos llene de luz y de fortaleza para vivir, es sin duda la mejor parte, la más necesaria para después hacer las demás cosas con entusiasmo.
Escuchar con el alma a quien se acerca a nuestra vida es la tarea prioritaria, el primer servicio que podemos prestar.
Salir de nuestras propias voces, del ruido interno y externo y centrar la atención en el otro, es empezar a amarlo.
Estamos necesitados de silencio y de escucha.
El servicio a los demás, cuando se hace con amor, es también contemplación.



dejemos que tu palabra nos empape
como suave rocío.
Que al rumiarla
en la lectura de cada día,
se fecunde nuestra vida.

Enséñanos Señor
a escuchar tu Palabra;
que se haga carne de nuestra carne,

luz de nuestros ojos
para mirar la vida
según tu voluntad,

para que cada uno
de nuestros gestos y acciones
sean expresión de tu reino ya comenzado.

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